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CARLOS CAMINO CALDERON

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acaba de entregar las llaves ai Consulado. Y cuando un in–

dividuo tiraba el 'dinero como se tiran guindas a la tarasca,

. se deda

:-¡Pronto entegará. las llaves al ConsHlado!-

ESA

ES

AGUA

DE

OTRA PILA.-Entre los déspo–

tas. que se han sucedido en Lima,

n~ngurto ni~s

crueT ni en–

greído que el aguatlor. Felizmente,

ei'

establecimiento' de la

Empresa clel Agua Potable, acábó con él!. . .

_

El

agua de las :liuentes 1públicas, no era artículo de ne–

gocio sino para el aguador matriculadb en determinada pa–

rroquia. A los criados de las casas pat'ti,culares, se les per–

mitía cargar agua, pero sólo para Heváfla a érlas.

'

Los derechos de matrícula en ·el ho'norable gremio de los

aguadores de .Lima, eran catorce

reales y un frasco de

a~

guardient~

que se con umía en la plazuela de la parroquia, y

tn presencia de los demás aguadores y del

lcalde del gre–

mio que tomaba el juramento de Ley. Era toda una ceremo–

nia a la que se concedía mucha importancia. Desde ese mo–

mento, el nuevo ¡aguador quedaba sujeto

a

la voluntad del

Al–

calde cuyo distintivo era una gran vara con horqueta y re–

gatón.

Había aguadores a burro y aguadores a pie. A cada

'

cual más tirano! El ·primero se reía de las disposicjones mu–

nicipales que le ordenaban vender a medio real

el viaJe,

y

co–

braba lo que le venía en gana. El segundo, .cuando estaba de

mal humor, decía

:-¡No trepo escaleras!-y

dejaba sin agua

a las gentes que vivían en altos ..... .

A ningún aguador le era permitido tomar otra agua que

la de la pila de su parroquia. De allí nació aquello de

:-Esa

es

agu,a

de otra pila!f--q_ue

se empleaba en los casos en

one

ahora decimos

:-¡Esa es

ha1'Ú~a

de otro costal!-.

¡ESO ES CRISTO DE

ALFEÑIQUF.-!.·-Hace mucho

tiempo, entre los norteños especializados e:1 el art<' de dar

gato por liebre, ninguno podía igualar a los huachanos . Pe–

ro en la

~ctualidad,

parece que el cetro ha pasado a Caja–

marca.