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• f

12'4

DICCf0NARIO FOLKLORICQ DEL

PE~t,;

pre era uh cholito de la campiña-la Magdalerra-qtre

1

siem–

rre era la más bonita cholita de la vecindad-y

~d Lon'g!t)~

que siempre era el

chol~

más viejo

más feo de los

Pueblos

de Ar·riba.

Demás está decir que el San Sebastián, ·siguiendo

i<i\

tradición, iba muy ligero de ropa-apenas un tapárrabo

co: ,

mo el \tle los muchachos que 'til;aban zapatazos

en

la Carra–

muca-y amarrado de las manos a J n tronco

de·

algarrobo.

La Magdalena, siguiendo la

t~adidóA

también, 'iba con

ef

capello suelto y muy empere.gil;3--da. Y

~n

cuanto a Ñ0 Lon–

gi,no-a .quien se le adjudicaba 'e1

Ñ

6

por

pu'ro desprecio–

iba con

tlll~

€praza de

cart~n. ph\te~ad~,

y un:;¡. gr..a11¡ lanza en

la mano.

'

·

·

·

V

'

1

Cuenta Rómulo l?a:redes -!entre grarldes cá.Jrcájadas que

le hace mostrar

la campamiltar-

que · allá por los añ.0s de

1S87, aaurdó qu la cfiolita que ha-cía 'de Magdalena en la

procesion, sea or descmido ·o

d p1itr"é'- ma a<twra{osa,

'llevab~

tm

carpiño an 1ustaqo .que tenía ehcalabrinad'o al San Se–

bastiá __amarratla al troncG>

ele

alg'ar ob .

~o

Longino, que ha,bía notado las alteraciones· de 0rden

túrgido ae que era ví·ctima San Sebas'tián, de

vez

en cuando

se

servía.de

su lanza para acomodar el

taparrabo

del niártiv ...

Hasta que, en una de esas, San Sebastián - echando llamas

por los ojos- se :volviO haJcia Ño Longino, y le dijo:

N

o

l01

/ttrjo'Jte'JieS

tan~

o,

Ñ

o Longino,

qt.te

es pá· peyor

!- .

. .

. ESO NO LO ENCUENTRAS NI EN LA PULPE–

RIA

DE

LOS CACHOS.-Durante

el

gobierno de los últi–

mos virreyes, existía en el Arrabal de San Lázáro una

pul~

'

1

pena llamada de

Los Cachos

a 'causa de que en su pared fron-

teriza, presentaba la figura de un ·hombre cubierto cún una

capa de

cachos,

y esta leyenda: -

De esta capa ¡nadie es-

capa!...

·

Se dice que en todo Lima, no había una pulpería -t:nejor

surtida que 1a de

Los Cachos;

Y.

tanta era su fama, que des–

de la Portada de Juan Simón -al extremo opue.Sto de la ciu–

dad-· la gento iba a buscar en

Los Calchos,

lo que necesitaba.