CARLOS CAMINe; CALDE}50N
ll)
Paco Llobregat -así se llamaba al :catalán dqeño del
establecimiento- se complacía en que la de
Los Cachos)
fuera
la pulpería mejor surtida de tod0 el Virreynato. Y la ver–
dad es que alli ' se encontraba todo lo que en las pulperías de
-
aquella ·época, se expwdía: desde el tinto dE) Cataluña, el cho–
Ijzo extreJTieño,
y
las t:.onservas de la Rioja, hasta el vinillo
ae Lunahuanil., los quesos de Hua¡mantanga, los melones de
Lurín, los higos de Chilca, y las sandías de lea ...
Así pues, ·cuando los limeños! de entonces decían:
éso no
lo encuentras ni en la pulperí.J de los Cachos!
~había
que
perder la esperanza de :conseguir lo que se buscaba.
ESO NO SE OJBlTIENE CON TENAZUELAS.-Pa–
Ta ser bien servido, hay que pagar bien!. Esto es. lo que l_)en–
saban
antiguamentt1~recordando
que el roñoso rLicenciado
Va–
ca de Castro -· comisionado
por
Carlos
V
para examinar las
acusaJciones levantadas
~<l>ntra Pi~arro-
euvió a su muje ;·
Doña María de: Quiñones, ochenta tenazuelas <de oro para que
las repartiera entre magnates que pudieran
hacer mer-cedes.
El Licenciado que apercollaba las 0nzas a espuertas, co–
mo si fuesen rábanos, quería recibir mercedes en cambio de
tenazuelas
!
~
..
ESO TIENE M.{\S COLA QUE UN TALA
VERA.–
En abril de 1814,
el
navío "Asia" trajo a la Améri'Ca al fa–
moso "Batallón Talavera" en el que se alineaban los más re–
domados pillos y asesinos, seleccionados éntre la hez de los
presidios españoles.
De los abusos y crueldades que cometieron los Talave–
_rras,
se
cuenta mueho. Y los Cawitapes
C~lleja,
y San Bruno,
b ,:q
pasado a
l~
post.eri<;iad eomo
prototjpo~ d~
la rnás refi–
.I;l.ada malr;lad..·
,A Ja
vis~.a d~
Jas
a~rqyidades
que c<;>mc:tían los Talaveras,
;
.1~ g~pte,
Fey,f).
q¡u~~r:~p
delJlonj©s del infierno
y
que, por con–
Slgmente, tendría:q
aQ}?-·¡·· )[.,-
c+U¡<}ndo ,fl.lgú1¡ TpJavera caía ase–
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