Table of Contents Table of Contents
Previous Page  130 / 250 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 130 / 250 Next Page
Page Background

1

112

DICCIONARIO

FOLKLO~ICO .

DEL PERU

en obleas, ampolletas o comprimidos!, y las. señoras vuelvan

de la botica cargando hijos en la bolsa -

como las

.mucas

de las huertas del

Cercad~

-

ese día, habrá desaparecido la

más eficaz trampa con queso armada por la Naturaleza paFa

la propagación de la especie. . . En consecuencia,

el

hombre

hallara tan sosa y tan aburrida lá vida, que no tendrá interés

en conservada

y

menos en propagarla de manera tan poco

divertida.

La

especie del

Homo Sapiens

desape¡trecerá, y pasará a

la categoría de las especies ·extinguidas como

el Plesiosaurius,

el 1ctiosaurius, el 1guanodón .

..

Y ·en- medio de una gran carcajada, el Doctor Cornejo

terminaba:

-¡Por este motivo, yo siempre estaré por el mé–

todo de Adán y Eva!- .

..

E : OMBLIGO.-No háée mucho tiempo, existía en

Chincha Alta

t.m

-rico sembrador de algodón- ya macuco-

tan aficiol'l.ado a la fruta humana ·que, en viendo polleras, no

respetaba sino las de su madr..e.

·

Co o en cierta ocasión se le reprochara el sitio que ha–

bía decretado contra una de sus más pró:x;imas parientas, di–

j o :

-¡El ombligo es lindero! De

allí

pá bajo, todas son igua–

les!- ...

EL. PL:ATO DE SANTA MONICA.-Así llamaban

al

puchero

los viejos limeños . Aseguraban que cansada San–

ta Mónica de no encontrar el remedio para recuperar las

fuerzas

per~idas

en tanto llorar los pecados de su hijo Agus–

tín -

antes de la conversión de éste -

recurrió al

puchero

limeñ~,

y

adquirió las fuerzas de un

ga~apán!.

·

_ EL PRIMER MAIZ ES PARA LOS LOROS.-El

loro es el Enemigo, Público N

9

1 del sembrador de Ferreña–

fe. Sin embargo de que el ferreñafano es el guapo más gua–

po, sin embargo del

cuete

de cinco tiros

y

de la

huaraca,

ello–

ro se traga sus chacras de maíz sin que el pobre sembrador

no pueda sino confo_rmarse,

y

exclamar:

·- '¡el

primer maíz

es para los loros!.

. .

.