EL
IMPEltiO S0C1ALISTA DE LOS
INCAS
¿Pudieron ·evitar
los
incas este inconveniente consti-=
tuyendo una
élite?
Puede suponerse,
po~que
la ·especializa–
ción de la int·elig·encia se ·concibe tanto ·como la _de lar fuer–
za física o la de .la
·m~e.moria.
Lo mismo qu·e los
quipo-ca-
·
mayu,
habituados de padr·e a hijo, durante toda su vida, a
re~copilar,
con ·exactitud, hechos
y
cifras, ·negaban a una
prodigiosa ma-estria .en su arte; lo mismo de;bfan
los
am~u
tas desarrollar hasta ·el extr·emo sus fa·cultades intele·ctua–
les (1). La inteiigencia, se di=ce, no ·es
pr~vilegio
de una
· clase, pero. hace falta
t~·bién
que el medio
y
la h·e·rencia
favorezcan su nacimiento,
y
es muy ·cierto que en la casta
superior ·es dond·e tlene las mayor·es probabilidades de des:–
arrollars·e
y
no ·entr·e los súbditos ignorantes
y
embruteci–
dos. Por otra
a
·e,
in
s no reinaron bastante tiempo
para .que po
registrar s
facultades
inventivas d
p r c·e
pa ·
·C·
.
~~~~~ge
io
de
d" .
.
2.a serie, p. 48, en Prado
y
Ugarteche, "Estado
soci~l
del i'erú durante
la dominación española", ob. cit., p.
160).
"Era ... una estructura d·e con–
junto, muy armoniosa en todas sus partes, una forma estática fuerte–
mente equilibrada" (De
Greef~
"Sociologie. St?·ucture général des sacié–
tés", t. 2,
p.
39). Estas
condiciones de vida
d.,~
los ·antig-uos peruanos
. .contrastan con las de nue.stra existencia actual, ineatable
y
precaria.
¿De–
bemos considerar al imperio de los incas com·o un estado
e~tacionario;
en
el sentido en que Stuart lVIill tomaba estas palabras?
(''Ptincipes d'éco–
nomie
politique'~,
lib.
4,
cap.
6.
Suárez emplea este epíteto . "Historia ·
General", t.
I,
p:"
239).
¿Dehemcs creer que,
al
d·e·~viar
!a
.su.c::
súbditos
de
la lucha económica, el n1onarca les permitía perseguir obj-etivos más ele–
vados? De ninguna u1anera; el inca, al fijar el cuerpo, no ha libentdo el
espíritu; no ha substituído los des-eos que . limitaba por otros deseos de
calidad superior.
_
Hagamos observar aún que el mismo estancamiento en la evolución,
la 1ni
ma
cristalización se advi-erte
en
materia religiosa.
No
.~.e ·~ ncuentran
e.n los indios ni misticismo, ni
profu~didad
de d-evoción, ni impulsos de
piedad (Helps,
"The Spanish
·
Conquest",
t.
3,
p.
344 ) .
(1) .
Tschudi, "Contribuciones", p.
69.
Sin ir
ha ~ta
adn1itir con Ri–
bot la heredabilidad del genio, e.s necesario reconocer qu.e un indi\ iduo
de selección transmite en una cierta medida sus cualidades a sus des–
cendientes.
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