EL
IMPERIO SOCIALISTA DE LOS
~NCAS
Fué la institución
de
los repartimientOs lo que vino a
trastornarlo todo. El rey de
~p~ña
repartió las tierras en–
tr~
sus súbditos,. con encargo de que éstos las hiciesen cul–
tivar por los indig-enas.
Desde antes del descubrimiento del P-erú, este
s~tema
fué reemplazado por el de la encomienda, cesión hecha por
1
·el rey de sus .dere-chos
y
de sus deberes a ciertos privilegia-
dos, a titulo de recompensa. La ·encomien-da era ·una v-er–
dadera colaboración entre ·el -espafiol
·y
el indig·e:na; el pri-
.
.
me·ro debla instruir ·al segundo en la fe católi-ca, d·ef·enderlo
y
dirigirlo; el segundo debia trabajar para el prim-ero. Esta
delegación r-eal era temporal, no podia durar más que e;n
vida del titular
y
la
,~·e
su heredero: "la ¡encomienda era por .
dos vidas", e O.ecia,
y
no de ia se a .
ti
bu da sino a personas
de mérito ( ) .
·
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é!
el te:r;rito-
:griv·.l gio e
retirado si
~
rtado al Pe-
opulencia de di has ca as fu
o
idera.ble durante la época colonial
(Vl·
ñ.asy ·
Mey, "El régimen
d~
la tierra en la colonización e5pañ.ola" . "Huma–
nida.des", La Plata, t.
10,. 1925,
p. -
85
y
siguientes).
(1)
Instrucción al -licenciado de la Oasca,
10
de febrero de
1546.
"Co–
lección de documentos del Ar-chivo de Indias", t.
23,
p.
510.-
Helps,
"The
spanish conquest in America",
t.
4,
p.
102, 236, 239.-
Herrera, ''Historia
Ge–
neral~'.
dec.
8,
lib.
10,
CSips.
18, 19, - 102, 236, 239.
No bay que olvidar que
los conquistadores corrían grandes peligros, para ellos mismos
y
para el
capit~l
que habían invertido en sus elll--presas; la ·encomiend-a era para ellos
la recompensa. He aquí cómo Solórzano define la encomienda. "Un dere–
cho -concédido por merced ' real· a los 'beneméritos de
lals
Indias para per–
cibir
y
cobrar para sí los tributos de los indios, que
Sé
les encomendaron
por su vida y l.a de un heredero, conforme a la ley de la sucesión, con cargo
de cuidar del bien de los indios en lo espiritual
y
tempor,al
y
de habitar
y
defender las provincia-s donde fueren encomendados
y
hacer de cumplir
todo este homenaje o juramento particular". ("·Política Indiana", Madrid,
..
1648,
lib. III, c.
1).
La historia de la encomienda es la historia de la lucha
entre los colonos
y
el poder real. Las en-comiendas fueron primeramente
asignadas a l
os beneficiarios por la duración de su vida solamente; luego,
en
1536,
por
"Q.osvidas" (ley de sucesión). Su abrogación en
1542,
a ins–
tancias de La
sCas~.
provocó--:la revuelta de Pizarra y fueron restablecidas
en
l545.
Los colonos obtuvieron la concesión de "una. ter-cera vida", en
1629,
y el sistema no desapareció sino en el siglo XVIII.
(2)
"Colección de <tocumentos del Archivo de Indias",
t.
16,
p .
390-400;
t.
18, '
p.
201;
t.
19,
p.
97.
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