:JERGIO QUIJADA JARA
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I
OTRO CASO DE MATRIMONIO
En el caserío de Tongos (Pampas) hay un juego especial
que le llaman "orjo-huaylas" que .-consiste en formar como
una especie de ronda, sobre todo en las noches de luna, qu0
como se sabe en muchos lugares de nuestras serranías son
más hermosas y claras por la caren cia de luz eléctrica. Este
juego es común entre los adolescentes indios que. tomándose
de las manos forman una r ueda bailando y cantando a l com–
pás de algún t ono especial. Surgen así los primeros aleteos
del amor. Las miradas, el apretón de manos y la fr€cuenci:1
en el juego, hacen que se quieran un tanto t ímida pero sin–
éeramente con la seguridad de que triunfarán formándo un
hogar. Después de una espera larga de amox silencioso, se de–
cide al fin el ena,morado a buscar a los padrinos para luegu
encaminarse junto con ellos llevando un a botella de "chacta"
(aguardiente) a la casa de la pasña" y hablar con sus padrei:::
-Ñuja lla imi taytay (somos nosotros señor)
-Imapajmi jamuchcanquichic (cual es el motivo de esta
visita?) '
Sumaj huayta rosasllaiquita jahuaspaicu jamuchcanico
(hemos llegado hasta tu puerta porque nos hemos prendado
de tu hermosa f.lor de rosa) .
Si el padre simpatiza por la correcta presentación, ofr<0-
ce su casa a todos los concurrentes. Los padrinos, entonces.
explican las buenas intenciones del ahijado en favor de su
querida hija. Después de libar algunas copas de la chacta pro–
cede la madrina a amarrarle con una faja de lana df! colore3
vivos a la ahijada; igual cosa h ace el padrino con el ahijada.
Luego los novios simulan escaparse saliendo de la casa a em–
pujones, pasando por cualqu ier
obstác~lo
que encuentren a