[464-467]
rado como representante del Padre) y a veces una mujer (la
Madrina en representación de _la Madre), bien uno de
l~
dos, o bien los dos juntos, t'engan
aJl
niño mientras es bauti–
zado y r espondan afirmativamente en luga:r del niño, lo
~s
mo cuando se le pregunta [
464]
si quiere ser bautizado
que si oree en los artículos de Fe y que lie enseñen después _la
Doctrina Cristiana y a vivir rectamente, si sus padres no lo
lracen... Estos, en virtud de este acto, contraen cierto paren–
tesco con
~os
padres naturales de la criiatura.
D.-Ponme ailgún ejemplo de
la
eficacia del Santo
Ba:u–
tismo.
[465]
M.-Dios Nuestro Señor descargó sobre ei Em–
perador Constantino la enfeirmedad de la Elefantiasis, de la
que puede uno curar, pero no sanar
totalme:p.te. Su hija Cons–
tancia también sufrió esta misma enfermedad, pero "fué sa–
nada" de ella por intercesión de Santa Inés, Virgen ·y Mártiir.
Como puedes observar, también los Príncipes más podero–
sos, mortales como son, suf,ren enfe11medades. P:Linio nos. re–
fiere que esta enfeirmedad se cebaba especialmente en Egipto,
y
que atacaba a los mismos reyies, que para sanar soHan ba–
ñarse en sangre humana.
[466]
Constantino, pues, movi–
do por el consejo de sus sacerdotes gentiiles, accedió a que
por la saJlvación de un s olo hombre no se tuviera en conside–
ración l1a muerte de tantos hombr es y niños, y decidió ba–
ñarse en la sangre de tres mil niños, que mandó ir r ecogiendo
por t odas las ciudaides. Cuando ya estaban todos reunidos y
en disposición de ser degollados, [
467]
en medio de los
dolorosos lloros y lamentos de las madres que, al par que
se mesaban desesperadamente los cabellos se golpeaban los
pechos de ooraje, he aquí que
el
Emperador, a la vista de
este espectáculo, y haciéndose cargo de la inocencia de los
niños que iban a ser sacrificados, se compadeció tanto de las
749