[445-448]
y significaindo los efectos internos de la gracia con ciertos ac–
tos eXiteriores, como es, por ejemplo, el Santo Bautismo, que
es un sacramento de la Iglesia, que se efectúa denramando
agua sobre el cuerpo e invocando
al
mismo tiempo a la San–
tísima Trinidad. [445] En él, mientras se hace esta ablu–
ción, Dios va infundiendo su gracia al alma del que se bautiza,
para hacernos comprender que de la misma manera que el
agua
limp~a
nuestro cuerpo, así también la gracia purifica
nuestras almas, borrando todos los pecados.
D.-Tres cosas son necesarias, a mi juicio, paTa que haya
sélicramento: a) el acto externo; b) que Dios, pOT este acto
nue.stro, nos depare su gracia, y e) que este aoto externo
nuestro responda ,al efecto de
fa.
gracia.
M.-Así es, [
446]
en efecto. Has de saber ahora que
estos Sacramentos son siete: el Baurtismo, la Confirmación
o CTisma, la Eucaristía, la Penitencia, la Extrema Unción, el
Orden y eil Martrimonio. Así, pues, de la misma manera que
Dios se dignó darnos la vida ca;rnal, aisí también por este mis–
mo proceso ha querido depararnos la vida del alma. La vida
corporad del hombre se reduce por tanto a esto : lo primero
de todo es nacer; -luego, y
ai
tiempo mismo que nos vamos
desairrollando, hemos de ir educándonos; cuarto, ·si caemos
enfermos, necesitamos de ailguna medicina;
[447]
quinto,
para 'luchar < se necesitan armas > ; sexto, necesitamos hom–
bres que, una
v~z
crecidos y educados nosotros, nos rijan y
gobiernen; séptimo, se necesitan hombres que miren y provean
por la propagación del género humélino, ya que, de lo contra–
rio, si no nacieran hombres que sustituyeran a los que mueren,
el género humano desaparecería. Pues semejante proceso se
verifioa en la vida del espíritu. Lo primero que se requiere
es que nazca en nosotros la gracia de Dios; y esto se consi–
gue por el Santo Bautismo;
[448]
segundo, que esta gra-
7 4
'1