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fonna ~r¡or, así en el ·misterio de ~te ~acrament9, trap.~
sustanc.iiacl!a en cu~rpo y carne de Cristo la sustancia íntima
del pan, nada en ella sin cambiar fuer.a de aquella e~pe­
cie exterior de pan. Y esto mismo pasa en el cáliz: su co~or,
olor y sabor es una sola cosa, y no queda, SÍll. embaTgo, nin~
guna sustancia de yino, [487 ] sino sólo la s1angre de Cri~to Señor Nuestro, bajo especie de vino.
D.-Ahora bien, ¿cómo es posible que, siendo de tanta
grainde~a el cuerpo y la oorne de Nuestro Señor Jesucristo,
puedan aposent a.rae en una hostia pequeña?
M.-El poder de Dios ·es inmenso y puede hacer aun lo
que nuestro entendimiento es incapaz de abarcar. [488] ::)e
él Cristo en el Evangelio nos dice: "Dios puede hacer que un
camello-bastante más gr·ande que una llama-pueda pasar
sin ninguna dificu!l.tad por el ojo de una aguja." Y añade: "Ac–
tos de este tipo son imposibles aJ. hombre; para Dios, en
cambio, nada ;hay difíeiil."
D.-Muéstrame con un ejemplo cómo el cuerpo de Cristo
puede en tantos altares.
[489] M.-Los misterios de Dios, aunque sean inescru–
tables para nuestra mente, hemos con todo de admitirlos y
respetarlos, creyendo en nuestva sana fe que es imposible
que Dios nos engañe. Sin emb&rgo, pa;ra darte güsto, te pon–
dré un ejemplo: Nuesibra a:lma, con ser urna salia, está, a pesan
de ello, en todos nuestros huesos y miembros; de modo que
viene a estar toda entera en la cabeza, toda entera en tod~s y
cada una de las partes de nuestro cuerpo, por mínimas que
éstas sean. [490] Si esto es posible tratándose del alma,
¿qué razón hay para que Dios no pueda hacer que el cuerpo.
de Cristo esté en toda!S y cada una de las muchas hostias?
En el libro de la vida de San Antonio de Paidua leemos que
en el mismo momento en que el Santo estaba predicando ·en
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