[504-507]
Los Kyries
rep~ntan
las plegarias de los Patriarcas
y
Profetas por esta misma Venida del Redentor, así como
ei
Gloria nos trae el recuerdo de
1
la natividad,
y
la oración si–
guiente
el
de
la
presentación en el templo. La Epístola nos
habla de la predicación de San Juan Baurtista, a fin de atraer
a los hombres hacia Cristo en su misión de precUTsor. [50.4]
Lo
que se reza a continuación de
Ja
Epístola representa la con–
versión de los hombres a Cristo por la predioación de San Juan
Baurtista, así como el Evangelio encarna la predicación. del
mismo Cristo nuestro padxe
y
nuestra traslación, por ella,
de
ila
vida de la carne a la vida eterna,
y
del pecado a
la
gracia de Dios. El acto de acompañax con
~os
cirios ) el
inoonsario
fa
lectura del Evangelio nos
da
a 'entender que
con la pa;labra de Dios el mundo se ilumina
'Y
se· llena del
grrutísirn.o aroma de la gloria de Dios. El Credo o símbolo de
la
Fe
simboliza la conversión a Cristo de sus Apóstoles
y
de–
más discípulos. [50.5] · La secreta u oraciones que después
del Credo se
re~an
en voz baja recuerdam las
maquinacion~
ocuartas
y
solapadas de los Judíos para dar muerte aJ Salva–
dor. El hecho de empezar en voz alta
el
prefacio
y
de
~
primN' esta voz en el "Hosanna in excelsis" signifioa la entra–
da de Nuestro Señor en Jerusalén. Las oracion'es que siguen
y
que han de ser recitadas en voz baja indican la pasión de
Nuestro Señor Jesucristo; [506]
la
elevación de la Hostia,
la CI'Ucifixión del Señor ; el "Pater noster", la oración de
Cri
1
sto en la ciruz. La fracción de la Hostia equivale a la per–
foraición de su pecho con la lanza; el "Agnus Dei' '. vrule taruto
como la lamentación de las Marías después del Descendimien–
to,
y
la comunión del sacerdote representa la sepultura,
[507] así como el cántico que sigllle a esto la resu.rirección
de Cristo
y
el
"Ite, missa est",
'1a
Asoonsión del Señor a los
Cielos. La bendición que a continuación
da
el Sacerdote puede
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