[ 4;91·..._ 495]:
ItaJlia, en ese mismo momento exaiotamente estaba en una
ciudad de Portugal.
[491] Y
si
Dios
pudo que San Antonio
estuvie11a en persona simultáneamente en dos ciudades
tan
all:ejada!S
entre
sí, ¿por qué no hia de poder hacer que Cristo
Señor Nuestro haga esto mismo en varias hostias?
D.-Pero dime, por favor: •¿Cristo baja diel cielo para
"pos3rr'se" en las hostias, o sigue por ventwra en el Cielo?
M.-No tiene neC'esidad de bajM'
de
los eielos,
[492]
pues por su infinita sabiduría y
pI"Uden~ia
está
a un
mismo
tiempo
en
el cielo y en lais hostias. Considera nuestra
a!lma:
un recién niacido apenas si mide
un
pailmo, de tan pequefio
como ies; a medida que va oreoiendo
se
va haciendo mayür,
y
pronto llega
'ª
medir casi dos palmos. Ahwa te pregunto yo :
• .r
¿nuestira a;hna deja de estar en urno de los pail!mos
Pª'l'.'P.
asen-
tarse en el otro? ¿Sí o no? [
493]
No cabe duda de que
ni
deja de 'estar en
un
sitio, ni se extiende, ;porque nue8tra
3Jlma es
indivisible. De donde resulta que
eJ.
alma, .
que irul
principio
só[o
ocupó
un
palmo, después está en el otiro
ta.m-
i·
')
bién. Pues de esta misma forma, Oristo no aoondona el ciclo
pa!I'a 'entrar en
!Las
hostias, así como tampoco aoond.ona
una
hostia para trasladarse a otras, por
es'bar
a;l mi'smo tiempo
en el cielo y en
}rus
hostia;s.
[494]
D.-Ya sé qué
1
es
lo que se oontiene en e.ste
Sa–
ara.menito. Ahora deseo saber qué condiciones son necesa..
riaJS
para recibirle bien.
M.-Tres cosas: Primero, confesar todos 1os pecados, pro–
curfil'lido por todos los medios acercamse a la comunión en
gnacia ·de Dios, pues este SacrameDJbo se administra bajo la
especie de pan paira darnos a entender que ha de darae a los
vivos y no a los muertos, [
495]
de modo que ·1os que han
adquirido la gracia divinia puedan aumenta!I' es:ba misma gra–
da. Segundo, se necesita estair totailmente en ayunas, y, por ·
756