(496-499]
trunto, sin 'haber comido ni bebido cosa 8..lguna, ni aun siquie–
ra una gota de agua, desde la medi1a noche
~teoodente.
Ter–
cero, hemo8 de recibirle con devoción y considerar bien lo
que vamos a recibm-. De ahí qué no se haya de administ:rair
este Sacramento ni a los niños ni a los priva dos de razón,
ni
a
los demás que no estén en pleno uso de su entendimiento. -
(496] D.-¿
Con qué freéuenda hemos de comuJgar?
'
M.-La Iglesia Nuestra Madre nos
mam.dahacerlo por lo
menos una vez
aJl
año, en
fa.
Pascua de Resuirrección. Pero
debemos comu.1lgaJr una, dos o tves veces, según 'el. consejo de
nuestro confesor.
D.-Exponme ahora qué utilidad nos r eporta este- Sa–
cramento y con qué fin ha sido mstituído.
[497]
M.-Por tres razones Jesuori.sto se dignó insti–
tuÍl'le: Primero, paJra que sea aJimento de nuestra alma; se–
gundo, prura que fuera sacrificio de nueva ley de vida ofre–
cido por nosotros; tercro'O, para que fuera conmemo;ración
eterna de su muerte y demostración de
nuest~o
amor pá:ra
con él.
[498]
D.-¿ Y cuáles son los efeotos de este Sacramen–
t o consider a do como comida?
M.-La Euoaristía obra en las ailmas el Illismo efecto que
el
alimento en los cuerpos. Además, se nos da bajo la es–
pecie de pan. Así como el pan
confir.may fortalece la vida
de nuestros cuerpos, así también este Santísimo Sacrameaito
(recibido con las debidas disposiciones) aumenta y vivifica
nuestra caridad, que es la salud y la vida de nuestra alma.
[499]
D.-Y en cuanto sacrificio que nosot•ros ofrece-_
mos a Dios, ¿qué beneficios nos depara?
M.-A más de aplacar la cólera divina en favor del mun–
do, nos ait:rrue grandes beneficios, no sólo en favor de los
vivos, sino también de las ailmas del Purgatorio: En los t iem-
757