Previous Page  167 / 216 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 167 / 216 Next Page
Page Background

ZACARIAS MONJE ORTIZ

163

dos de la urbe, y de este modo

l.an

saturado de es–

tupidez desbarataron g;ran parte de las fjnalidades

que obtuvieron por el agua, y se Pntregaron al des- .

tino, ciegamente.

Gravísimo error y mal gas lamiento de eilet·–

gías que nO. han correspondido a

~ente

tan ac tiva

y patriota como la de Tupaki l<atari, ni a las cir–

cunstancias correlativas a la captura

del~ gl·an

agi–

tador de tipo incásico o quichua , el

Tup~kj

Amaru,

quien, después de procesos

sent encia, violenta–

mente, fué inmolado al mismo tkrnpo que su es–

posa en la antig\).a capital d el irPperio quichuista,

Cuzco.

Un golpe en la cabeza, dacto ·con excelente

puntería, no tuvo complemento con la maniatadu- .

ra del adversario aturdido.

~'J

parece si no que el

estado mayor de Katari

hubie~e

entrado de impro–

viso en la inGonscieocia más inadf'c.nada a la bYe–

na dirección de la guerra, por nkchól o desmora–

lización. En cuanto a lo segundo, que es lo más

probable, haY. una

circuns tanf'i~

qu e no· es para -

desperdiciada : la de ignorar<>e, en forma 9ficial,

cuándo

y

cómo se hab r á producido la ejecuct<)n

de doña Bartolina, Virreyna de le" aymaráes.

Si Tupakj Ka tari, s upo qn<"

'HI

esposa sufrió

la pena capital antes del 12 de oct ubre, es posible

que haya preparado el arrasamiento completo de

la ci udad sitiada, por agua, como acto d e vengan–

za condigna de la ferocidad española. Esta supo–

sición, que es ta l a falta de informaciones concre–

tas y responsables, s in embargo, no justifica la fal–

ta de aeabado a ese golpe

y

q ue tanto extrañamos.

También pudi er a que al seF inundada La Paz, p or

obra del púnico que ocasionaría el hecho, habrán

desafiado los peligros de accccar se al enemigo y