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a los pi
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Cusi-IIuarco allí
cerca,
con
10-
estaca don1ina
Ventanayoc en la altura,
vi~ndo
al \7iica correr
Y con punta de flecha el Ccoscco Ccahua r ina
l~n
los reinos del rayo predica
su
poder.
En la falda del
n1onte
co1no
virgen
dorrnicla
I-4a
ciudad
de
los
Incas
recostada se vé
No.s
parece
una
reina
con sus
galas
vestida
H.ecordando
el orgullo
del
iinperio que fué
U
ru
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111
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ejos, a
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rogante
y
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va: -
(~oronada
de nieve, Calca su
frente
alzó:-
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oteando
ta
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tafia
na
ti
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a
Donde
el oro y
la
plata
de la roca
brotó.
En los
breñales negros
Occoruro
perdido,
Co1no
Siuza
sn
hern1ana
y
Hnmachurco
arrebol:
Ceamahuara
risueño,
cotno
flor suspendidot
Y
Ppisacc
con sus ruinas intihuatando al
sol.
Y apacible en las faldas I-Iuanka
ru111i
b1anqL1ea,
Cotno
una alba palo1na, junto a su palo111ar,
Y
su rojo
tejado
con10
cr<Í:ter· hun1ca
·
De un volean de
perdones
n1uy
vecinos
a
estallarº
1
.
Salve
sublime
n1o!e que
sostie1.1es
al
inundo,
Snlve inmenso
gran:.ito, salve ·
Pachatusan,
Salve nido de
c6ndor, salve abis1no
profundo,
Ad1niración
de siglos, de
razas que se ·ván.·
Yo quisiera en tus cu n1 hres,
recitar
añoranza,
Y
o
q
u is
i
era en tus
ci
ni
as
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van
ta
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1t8
r,
Y
quen1ar en
el
fuego
cJe
lejana esperanza
Un
poern~
de llanto, de
do.lor
y
penar. - ·
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P 'a eh atusan a I
ti
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na raza
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