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E RNESTO MORALES
ingenio brillante tuvo. Su talento como jurista le
valio el titulo de "Padre del Derecho internacio–
nal"; sus conocimientos vastos, el apodo de "nue–
vo
Socrates"; su profundidad como teologo, la
primera catedra de la U niversidad de Salamanca,
por voto del alumnado; su noble conciencia, el
recuerdo de los siglos; su sabiduria, el acatamiento
de
SUS
contemporineos mas densos de ciencia: Luis
Vives, en carta a Erasmo, dice del padre Vitoria:
"Es un gran talento y una gran esperanza entre
los suyos, provisto de un espiritu agudo y al mis–
mo tiempo de un caricter pacifico, aunque un poco
debil". Erasmo mismo tuvo
f
rases de cilido enco–
mio para su sabiduria. Y el sabio belga Juan Va–
see, dice de
et:
" Espana no tenia nada tan sabio,
tan sencillo ni tan santo". . . "Tenia una .erudi–
cion increible, una c.ultura infinita, una memoria
pronta; era como un milagro de la naturaleza" .. •
Pudo haber agregado: y una conciencia viva que,
al ser invocada para decidir quien tenia la razon,
si Juan Gines de Sepulveda, paladin del derecho
de la fuerza, o Bartolome de las Casas, apostol del
humanitarismo, Padre de los indios sacrificados,
no dodo en decidirse por este, legalizar
SUS
teorias,
darles el apoyo de su celebridad y de su prestigio.
Y por esto lo recordamos, al traves de cuatro si–
glos, con amor y reverencia.
Siendo muy niiio, Vitoria se traslad6 a Burgos,
y estudi6 en uno de sus conventos. Desde
et
fue
e.nviado a Paris donde permaneci6
quin!=~
afios,