- 92 -
bres y ele mujeres, llevando cántaras de aloja en la
cabeza; vemos beber a los unos y oímos cantar a los
otros, dando alaridos todos,
saltando) con·iendo) ha–
o.fondo
piri¿etas
y
niuecas,
tocando tamboretes, hacien–
do sonar cornetas y pingollos, en revuelta. confusión,
con sus trajes grotescos) el arco y la flecha a un lado,
como si se tratase de un pueblo de locos
o
de insen–
satos
»
(
op.
III, pág. 558)...
EL HOMBRE DI.A.GUITA
l.
Cómo era,n los
diaguitcM.
-
Los _g_ue vieron los–
Padres Romero
y
Monroy en su viaje por ·el valle de
Oa1chaquí, en
1601,
según ellos mientan eran 'de
busto elevado y de una mirada terrible'. Llevaban
pintada
Ja
frente 'de negro hasta los ojos
y
el
resto
de la cara, de mil colores' (Boman",
op.)
t.
I.,
pág.
29).
Según el
Padre
Techo tenían, además, los diaguitas
'larga 9abelleta',
q·ue
les llegaba 'a
la
cintura', pero
la
llevaban 'separada en trenzas'
y
colocada 'sobre
la cabeza en forma de moño'
(op.;
t. II, pág. 400).
2·.
Cómo vestían.
-
Los Padres Romero
J,,.
Mon–
roy, en el mismo pasaje citado, nos dicen que aque–
llos diaguitas que ellos vieron iban vestidos con una
'c·amisa' que les daba 'hasta el tobHlo, tanto hom–
bre como mujer', y que se la ceñían 'a la cintura'
cuando estaban 'de_caza, de guerra o de viaje'. Te-
.nfan 'al rededor de la cabeza un cordón de lana hila-