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mo gobernador en el repartimiento, cita el
P.
Loza–
no losde «Ánquilpate, Qnifacolquicha, Pohonagasta,
Jungunigasta., Famatina, .Anguinahao, Qnimama–
linja, Ambaragasta, situados en el v a lle de Famati–
naguayo; Qninmivil, en el valle de Fama.yfil; Saño–
gasta, Ampaccascha, Oavilanmipa, Sipisgasta, en el
valle de Sañogasta; Guaymoco, Aymobil, Quilmi–
quiscba, en el valle de Guaymoco o Aymocaj. Y por
fin, los pneblos de Taogasta y Za1aogasta...
»
(op.}
t. IV, pág. 396). Era, pues, una tierra abundan–
te de indios, todos ellos
diaguitas)
tanto que hacia
1596,
según Velasco, tenía 20.000. Debido a ello,
prosperó pronto la ciudad, 'se mantuvo con grande
esplendor y llegó a ser muy opulenta' ...
(01J.
y
t.
cit., pág.
397).
Pero, cuando empezaron a faltar los
indios empezó a decaer... En
1607,
según Alonso de
Ribera, ·tenía unos 62 vecinos con seis mil indios
repartidos.
Entre sus pobladores cita el P. Lozano a los si–
guientes : .Alonso lYiartín, Alonso de Tnla Cervín -
casado con doña Francisca Bazán, nieta de Juan
Gregorio Bazán -, Baltasar de A vila Barrionuevo,
Blas Ponce, Diego Sá.nchez Garzón, Domingo de
Otazo, Francisco
Rome~"o,
Francisco Sáncbez, Luis
y García
de
Medina - . hijos de Gaspar de Medi–
na -, Gonzalo Núñez, Jua.n Guevara de . Castro,
Juan
y
Pedro Ramírez de Velasco - hijos del go–
bernador · -, Pascual Quintero y Va1eriano Corne–
jo. Blas Ponce, acreditado de 'valor y
experie.nci~
',
fué su primer teniente de Gobernador.
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