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tonocotés;
los demás de éstos moraban 'tierra aden–
tro'' en vecindades de jagüe1es y aguadas que
el]
s
cnnocían. Eran 'gente labradora' que vivfan 'como
~os
de Santiago'. Se vestían todos 'por la orden que
los del Perú,
y
de algodón
y
lana que sus comende–
ros les
~aban).
Sembraban
y
cogían
'miel, cera, gra–
na, pez
y
lo demás que los de Santiago'. E steco
distaba de Santjago una.s cincuenta leguas y esta–
ba en comunicación con esta ciudad · por nn buen
camino carretero, que pasaba Jejos
del
Viejo San
Miguel,
serpeando por montes
y
llanura.is.lY.IA.DRID DE LAS
JUN1'AS ·
1.
Presentación.
-
La ciudad
de
Nueva,
Madri d
o
Madrid de las Juntas
fné
fundada, según
ya
dijimos,
en el sitio donde el arroyo o río de las Pie<l ras se
echa en el
Salado.
Por esto, o porque aillí
se jitnüi–
ban
'los dos caminos que de Esteco y San Miguel
. de Tucumán iban
a
Salta' -
al
decir
deLo,zano,. -
. se llamó
de las Jiintas.
El objeto de su fundación
tendía, parece, a que allí se trasladase Esteco, por
su suelo
y
ubicación mejores.
El
asiento era, en efec-
. to, 'más
limpio ele montes'
y
por esto, 'más fresco
y
más sano, abundante de tierras para sembrar pan
y
plantar heredades '... Además, 'para el edificio de
las
c21sas'
ten~an
allí 'mucha madera'
y
tarmhién
'piedra para hacer cal y bnena tierra para teja' (Li–
zá_rraga~
op.,
lib. ·II,
cap.
LXIV). El suelo
no
era