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EXPLORACION E INCIDENTES DE VIAJE

Arriba y junto al estribo hay una gran roca, que seg·ún

la tradición fué colocada a llí para

pr~)tegel'lo

con t ra la ft¡er–

r.a de la corriente: pero yo creo más probable que esta de–

fe nsa natural sugirió

la po sibilida.

d de constrnir el estribo

que debía set macizo ,pa.ra. resist.ir la fn1·ia del Vilcamayo en

la estadón de aguas. Como te ngo dicho, el puen te consiste

de va rios cables g ra ndes trenzados de mimb1·es o Yarillas en

especial de un arbust.o resistente llamado· ·'lloqqne", colo–

cados lado a lado y firmemente su jet.auoR a unos sostenes

en cada orilla por una variedad de toseos d ispositivos.

8~bre los

~ab>les

se amarran varillas transversalmente con

tl–

ras de cuero crudo o con enredaderas. forma ndo una vía de

4 o 5 pies de ancho. A unos cu antos pies de altura

y a

cada

l;¡do se tienden dos cables, con cue1·das qlle llegan hasta el

piso y forman una especie de r ejillas pero con a.bertnrns ta.n

g randes que no ofrecen seguridfl.d contra una caída dt> est_e .

puente oscilante, flojo e inesta.ble. Poco a ntes de nnest.ra

VI–

sita un indio bnn·a?ho, su mujer

y

b U

mula habían

c

af~<;

del puente y se habJan perdido. Sin enilba,·go ML'. D. corno

a caballo

8J

través del puente con la má.s grandP indift>ren–

cia, Estos puentes

raJJ

a vez están a nivel. y además J e hun–

dirse demasiado

menudo las vari llas que fonnan el tabla–

je se doblan por lgs lados en

t iempo de aguas

y

se hacen

tan re.sbaladri{ s que no e

fácil mantener fil'me el paso. O–

frece p

eligro más g·mndP. el paso de puentes la rgos de esta

cla.se,

como los famosos de los

ríos Apnrímfl

c y

Pampas,

pué

s se mecen como una hamaca de un lado a ot.ro cnando

el veinto sopla por los profundos cañones a través de los

cuales·es.tán

sus~endidos

a tan grandes alturas que pare–

cen frág1les

y

a ereos como

telarañas . Frecuentemente se

hacen impasables por esta causa y

los viajeros tienen que

detenerse por varios días.

·

. Al otr? lado del puente de Ollautaytambo, nuestro ca–

mmo, pasa por una estrecha r episa entre el pie de las moJI–

tañas desoladas

y

el río, ora cortado en la roca, ora edifica–

do co;1tra ella con un muro de retención que se eleva des–

de el borde del río. El río mismo Pn toda su longitud ,

PX–

cepto en los sitios en que está encaj onado en los precipicios,

está confinado entr.e antig·uos muros artificia les de tan

primorosa

construcción que el

ímpetu de

las aguAs

a través de los siglos, no ha podido deshacerlos . Na–

da más hermoso que el sistema de a.ndenes que sostienen

los

rico~

y

nivelados

ca~

pos

y

prados de

Ollantayt~mbo

en la orilla opuesta del no

y

que en graciosas curvas stguen

las ondulaciones de éste , con sus caras de piedra realzadas