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EXPLORACTON E JNClDgNTES DE VIAJE - ---:-- - -

C]uistadores. Habían puestos lle avanzada a lgunas lt>gna

más abajo en Habas-pampa, pero el baluartA llel Imperio

contra lot; Ra!Ya.jes Antis

~:?n

eRt e Rector estaba nqní.

(1)

'l'am–

biP.u en tomo de Ollantaytambo nació la tradición

el e

Ollan–

te y ,

el enamorado capitán cn;ros amores contnni<tdos lli–

cieron que se rebela secoutrae i Hijo del Sol

y

cuyos sufri!uien–

t.os

y :...ventu ras forman la ba:-;e del casi perfecto y mayor

de lus dramas antiguos de América que han llegado hat;ta

nuestros días.

CuRi-Ccoyllor, la Estrella AIPeTe, era hija del Inca

Pa–

chacutecc. Ollantay era un vnlieute y hermoso capitán de]

ejército lm]Jeria l que habín l!Hado sus

flrmas

victo1·ios'ls

más

allá

qnP

ninguno de los generale:'\ del Inca hacia lo8

llanos del Ammwnas, pero no eraJe

~angre

real.

' A

sn

''lWI–

ta en tl"imtfo a l Cuzco

se

le rindil' ron houores sin

preced~·u­

tes en Huu.rapat.a; pero en el mi,.Jno JI1 0 illellto Pn

que

~-<11

fama

era

más grandA

y

su ambición más exaltada, J>!ldu

ver a

la

Estre

a.

Alegre

.v

futS presa de una pasié>n

ig·n~:~

IIIIPII–

te culpable ante la. relig-itf¡u y

la

ley. Nadie

más

que

los

ln<:u.¡;;

podían cas ·. e

~o1

rsonas de

sm

lilmje

y

CUf.t lquiera <lue

no siendo

o1

a.ng

r

al aspirase

a

tal honor era

jnz¡::?:ado

como .Iieo

c1P-

nc

··lrg:io y castigacl o con

la

pena capitaL

Apenas tPng:o

ce.sidad dP. contar el resto:

]¡:¡,

hi<;toria.

an~

tigua, la

<;le · mp

e.Heclwzada

1:111

peticióT\

ip;uominio~amen ­

te , salvaclo

el

la

muer-te

úuic~:

ll,)eJJte pur su elevado rang·o,

(1)

Segl'm Mr. Bingham la fortaleza meg·a.lítiea da Sala.punco te–

nía por objeto defender Uilcapampa eontra. OllanLa) t ambo

y

el

C nz~

coy noestas; ciudades contra lossalvajes del Amazonas. " Inca

Land"' ,

Página 210.

Probabl emente Squier

no

pasó más allá ele Ollanta.ytambo.

La

sección del cami no ribereñ o

ha

ta Huadquifía no

fué

entregada al

tráfico hasta

1895 y

los viaj es río abajo se hacían por las alturas de

la derecha o ruta del puerto de Panticalla, que siguieron el capitán

Garc.ía

en

1571,

el general ' M:iller en

1835,

Castelnau en

1842

y Wi e–

ner en

1875,

o por las a.Jt.nras de la izquierda, vía que utili zaron el

conde ele Sartiges en

1834

y

Raimrmdi en

1865.

Las expediciones de la

Universidad de Yale de

1909, 1911 1912

y

1915

dieron por resultado el

descubrimiento de la maravillosa ciudad de Machu J:'icchu, el más

importante desde la época de la. Conquista, a veinticuatro millas

de

Ollantaytambo

y

de ruinas antiguas, mucho más al in terior en lu–

gares tan distantes como Espíritu Pampa_ habitados por los sal vajes.

siendo

muy

notables las de Rosa&pata

y

:Nusta. Hisppana en

Vil('a–

bamba. Los miembros de las refe ridas exoediciones tomaron

más ele once mil vistas

de

monumentos

y

pa.is:

J.jes

y

han publicado

más de sesen ta monografías

c>uya

relación puede verse en

la

obra

d~

tada ,

página 347

a

351.- :N.

de l T.