EN LA
Til~RRA
DE LOS INCAS
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grupo doble de ed ificios, co mo se ve en el plano, y cada gru–
po ti ene un patio cen tral y tres Regundos p-atios. El que
puede llama r se edificio cen tral o principal, s i'tu a do f1·ente
a
las portadas, está d ivid ido longítudillalmente por una pa–
red que llega hasta el vé r tice de sus mojinetes, d e tal mane–
ra que una mitad de él pertenece
a
ca da grupo. Como en la
caR<l ya descrita el medio p iso s uperior t iene puerta en el
moj inete, cuyo antepecho
e~
un a piedra empot1·ada ancha y
p
la.na,
a
la que se llega por una serie
de
otras también en–
clavadas a mañera de escalera en la pared divisoria
que
se–
}JaJ·ü lot'! dos g ru pos
o
pabellones que forma la. "manzana."
Esta::,; casa::. antig uas , iota.ctas en lo esencial,
est.án·ha–
bitadas todav ía
y
por s u llistribuC'i(m
y
otros aRpectos nos
<lun
una.
klea exacta s9brP la Yidl'\.
y
costumb res de losan–
tiguos. DeRcubdmoR un si:;t.ema rígido
y
ordena Jo, como
~mpondrífl
mo ::,;
en
nn establecimiento d e [•'onrie r o en una
p enitenciaría
y
que p.robu.blemente la población eRtab a di–
v idida en Cla ·ps
y
órdenes. Por
ot.~a.
part.e las lal'ga.s líneas
no
illtennmpidu:-;
d!:>
nJuro<; si n más abe1·tq. t·a que una sola
puerta de
pP$>n.d<M4
:n
111
as en
carla
m e
nzana dan a las ca–
lles en tnmecida.' un P. pe tto monótono
y
Romh río , la mira–
Jase levanta
cl!3
ella~-;
('On u11aJ
::,;en~aci<D n
de
aü~rio
hacia el
('ielo u rill ante
y
l<"l.S 11-lms
y
uevada.·
m ontañas
que limitan
lu vi:-;ta
en
toda· direc iDneR.
Si ;, ,, ciuJad Je
Ollanta;rtamh()
I:".,L;~ ~u;_,, ~~.
t.uci ulutt:lJ,te
C'Omo
PRta.bahace
cnatroc iP nto~
añoR, asímismo, t.ambién
Jo est.R,n los habita.ntes, ninguno de loRcual es habla otro
idioma que el quechua. Son gentes melancó licas, tra nquilas
.r
trabajadoras, no
alli cta~
en ·esperial a la. religi ó n Católí–
ca, spg·ún creo, yu que la pPq ueña ig lesia
~e
encuen tra en
J'Uinas; a unque debo añadir que c1m la fa lsa idea de que
mis cnja.s fotogTáficas cou teníR. n reliquius d e lo s Santos,
las s ig·nie ro n con las ('
aber.asdescnuiertaR
y
las besaron d e–
vota
mente.
Pocos días d espui'ls de uuestra llegada, el gobernador
nos conuujo a las grandes cantera:-; de p6rfid n de los anti–
g-uoR, quP eRtá n a un a a l tu ra. c.o n ·ider able en las montaña :'!
del otro lado del río,
e~l
pie d e un pico elevado crtsi siempre
exn uelto en nu beR. Pa :-;a
lllOS
el río por un puente \de mim–
bres o juncos trenzados, colga nte
y
d e una forma entera–
mente primiLi\·n.
y
qne es nn ejempla r d e los que se usa ba n
nni.verRalmente en tiP.mpo d e la Co nquista. Hay millan:>s de
tales puentes en el Perú .
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que nos ocupa se dist ing ue por
s r de dos lu e', cada una ele cuarPnta pies poco mÁs o me–
n of'. eon uu est.ríbo rle enormoe piPllras en medio río de fac–
tul'i.1
t>vidPhtemente incaica.