-36 -
-f.
Y la moneda
feble~
-
interrogo; -
porque
Melga;rej o . ..
-
o fué J.\lfulgarejo. Fué el propio general iS'an–
ta Cruz, que en el deseo de aumentar la circula–
ción, emitió moneda de baja ley. Fueron los '' cor–
batones'' que -corrieron por los gobiernos de Balli–
vián, Velazco, Belzu y C'órdoba, hasta que Linares,
el "ilustre dictador", depuró la amonedación, con
gran júbilo de las industrias y el comercio.....
--Pero, sin embargo . . . -
intentamos de justi–
ficar el procedimiento de Santa 'Üruz, -
no siem–
pre la moneda feble fué perjudicial. ,Y recordamos
la medida de Alfonso el Sabio, que combatió, con
el dinero burgalés, los pepiones que, aunque de
más ley, quedaron valiendo medio burgalés.
¿
e
manera que la moneda "rochuna" no na-
cio
Potosí~
-
me interoga con su acendrado
localismo potosino.
_.l]_'u-v-i ron sus ultQres no lo dude usted ... . .
no,
qw
able por la crónica ese Nitard sinies–
tro de Nestares lVIarin . . . ¡Pero la primacía de
fa ricar moneda falsa, viene de tan alto linaje !. ..
" '¡'Rochunos !'''. . . Pero si hasta las rodajas de hie–
rro de Licurgo, el gran socialista, fueron ' ' rochu–
nas' ' .....
Y al recordar este americanismo, que· no ha pa–
sado los dinteles de la Rieal Academia, pero que
tiene bien ganado su puesto en el léxico, no pode–
mos pasar por alto la anécdota.
Francisco de la Rocha, fué un minero español
multimillonario, que no contento con la fortuna que
le deparó el cerro de Potosí, se dedicó a monedero
falso. Incautado del delincuente, la Audiencia de
Charcas, por intermedio de su presidente, el f amo-