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Moulou se puso a buen recaudo del "favoreci–
do''. Pero de su venganza nació un mote popular:
"es una moneda-huya",
~uele
deeiTse en Potosí,
aludiendo a una persona
f~a
y
ridícula
y
tomando
el patrón de
1~
famosa casa. '·'Una broma france–
sa ... ' ' me asegura
mi
cicerone. Sí, una broma
frances~
por el estilo; per<¿ a la broma faltó el al–
ma de los escultores griegoª, que para eternizar
su triunfo sobre los cárrios, crearon el simbolismo
arquitectural de las
cariáti~es,
reproduciendo, al
remate de las columnas, las muj eres hermosas del
pueblo sometidq .. .
biblioteca
*
n cion 1
*
·El segund
patio e
plísimo, como que fué
destinado
a.
canchón para
lo~
metales
y
a los mi–
nuciosos preliminares de la fundería. En el centro,
un cuadrante meridional sigue la marcha ete.Tna
del sol, incansado aún de
-q.J!"
siglo bien llevado so–
bre la pilastra de piedra. 'Un ·callejón angosto me
conduce al departamento de fundición atestado de
herrumbrosos crisoles,
y
el viejo molino donde el
quimbalete primitivo, de piedra denominada
e e
ala
de mosca", fué suplantado, más tarde,
y
en época
colonial todavía, por los almadanetes de bronce,
recios triturado;res, que llenaron su misión cum–
plidamelílte, pero que no resistieron al dominio de
la mecánica moderna'
y
al triunfo de los péndulos
giratorios.