.ANTIWONA DE AMOR
(Ofertorio que el autor de este
libro hubiua hecho
l2
su dama, si
pudiéndose retrotraer el tiempo, le
hubiera tocado en rara suerte, ba–
jar, por querella de amor, a la
arena de los justadores del legen–
dario Potosi del siglo XVI).
Pues que en la liza campal
Puedo fenescer mañana;
Ptues que laJ suert es liviana
Y torn ili2la
y
esleal;
Pues que la ju ta es mortal;
Pues q e es diest. o el eontendor:
Surjan, n brav dolor,
Que e:ggo a las absolver,
No congojas de un temer
Si no cuitas de un amor.
Caballero en mi ferviente
Y arisco potro andaluz,
Mi <''Sirio''', el negro, que es luz,
lBajaré hasta San Clemente.
Sólo mi adarga luciente
Broquelará mi denuedo;
Que sobran, si falta miedo,
La coraza
y
el morrión.
¡Para un pecho de varón
Basta un fierro de Toledo!
teca
al
,
ru