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Vino, a la sa.zón, a Potosí, el nuevo corregidor
nombrado por Felipe IH: Don Rafael Hortiz de
Sotomayor, caballero de la orden de Santiago
y
comendador de San Juan. La posesión de su alto
cargo, tuvo lugar el 8 de diciembre de 1611, día
de la Purísima Concepción, Patrona de la Villa
Imperial. :&sta circunstancia dió coyuntura para
que el vecindario, dando tregua a los odios de
bandería, se volcase en la plaza del
R~gocijo,
don–
de un festival taurino, preparado con antelación
y
con todas las de la ley, iba a dar campo a la
diestra y ardorosa muchachada para un garrido
certamen de gracia y de valor. Nadie más auto–
rizado que Arranz de Urzúa, el bravo cronista de
la época, J2ara hacernos cooocer los detalles de
aquel comcu so en donde la fibra. de los toreros
crioll@, he0ha alairde en la atrevida leyenda de
sus esc:mdos veníru a vibrar en la fiesta pública
n esafío valeroso
y
galante.
'"
los quince días del mes de diciembre -
dice el cronista - se vieron hechos en la plaza
del R\egocijo, muchos tablados y andamios
y
tra–
jeron sesenta toros de los más bravos que se crían
en las provincias del Tucumán. A la noticia de
aquel contento, vino mucha gente de los lugares
circunvecinos, creyendo que no habría ya guerras,
pues se hacían tan ricas fiestas.
"'Estando
el
primer día metidos los toros en el
coso, que tenían hecho en la entrada de la plaza
y
siendo las dos de la tarde cuando querían co–
menzarlos a jugar, llegó de Ulti don Alonso de
Ibáñez con sus escuadrones de vicuñas a tomar
parte en las fiestas. Alborotóse la plaza por en–
tender que era alguna traza de rompimiento con-