Table of Contents Table of Contents
Previous Page  292 / 334 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 292 / 334 Next Page
Page Background

FEHKAKDO CI-IA

\"J~S

-En socavón ele

loma

de

J

urapango-contestó

el

indio.

,-\llá botaron el Gregario y el Venancio. Y o ca no

quise que mataran .... Yo ca nada no hice.

Sólo mos–

trar v·ela.

El indio se desequilibraba.

Los ojos cente–

lleaban

y

la

demencia asomaba su tirso en las pupilas

inestables.

-Ya iremos a buscarlos Don Ernesto-aconsejó el

pesquisa Martínez.

hora hay que saber lo demás.

-Y Gregario y V·enancio, dónde están ?-interrogó.

-En hueco ele páramo-repuso el indio. Y o sali

porque ya moría de hambre.

Ellos dicen que no

h~n

de

salir anque mueran

. . . . Que no quieren que blanco co–

Ja

-¿Y la Manuela ?-averiguó Martínez.

-No sé patrón.

J:\o he visto.

- No

les acompañó ella?

-

·o nmo.

Ni ha sabido

iquiera Manuela. Taita

Gregario quiso pegar y no dejó salir ele choza porque que–

ría ella ca ir a avisar al patrón.

-¿Y

dónde se ha ido?

-No sé niño. Por aquí mtsmo ha de estar.

El indio lloraba sin moYer nn solo músculo de la

cara.

Le brotaban espontáneas las lágrima , y

surcal~an

las mejillas terrosas.

¿Lloraba ele arrepentimiento o de

miedo al ca

tigo?

o;fícil fuera a egurarlo.

-~eñor

Zamora, llame al • ntonio y disponga que

aliste diez peones, cuerdas, palas

y

faroles. Vamos en–

seguida. con éste a buscar los cuerpos. Mañana .... ,

286