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FERXAi\'DO CHAVES
-Tía Manuela,
!"JO
vais casa de patrón Raúl, indicó la
que parecía mayor. la que consolaba. No vayás ....
-·-Amu llamú tengo quir, contestó la Manuela. la lon–
ga qu e lloraba desde
el amanecer
~in
que ·los mimos
ele
la Marica la distrajeran de sus negros pensamientos.
-?\o
vayas. amu Raúl ha ele abusar. Malu, malu.
Si estáis con blanco has de encalmar.
Y
si llega a saber
tu longo, el Venancio. tu noYio ....
:.\Januela comenzó a llorar de nueYo. Estrujaba ner–
viosamente entre su mano . cuajada
ele gruesas sortijas
de metal amarillo con enorme piedras.
~1
huso ele sigse,
que giraba de orientado con el hilo de lana parduzca hacía
tiempo roto .... La long-a su piraba, entreabriendo la boca
roja
y
pulposa.
y
de sus ojos salía abundante Yena ele
llanto que esmaltaba el cri tal ele la pupila con lánguido
brillo. · Corrían copiosas lágrima por las mejillas carno–
sa. ha11ando el rostro ele co.rrección hierática. Las manos
rug-o as. al enjugar las lágrima. . dejahan huellas en
la
cara tersa de Manuela.
Habló la Marica:
-No llorís Manuela. Ojalá el niño no haga nada.
\-enancio no ha ele saber.
Temblaba la Manuela en una ardorosa lucha interna.
Se puso en pie y salió del corredor de la choza, pajiza
y miserable, a la especie de patiecillo que, frente a ella,
se extendía mínimo, coquetón
y
limpio.
Apoyóse en tmo de los leche·ros ce1:canos a la cabaña
y
continuó lamentándose.
Los rayos del sol recién nacido triscaban en las Yio–
lentas laderas de la colinas. De la tierra parda e des-
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