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FERNANDO CHAVES
ocasión ..... \h, s i fueran todos como ellos, ya no habría
esa maldita plaga de liberales en toda la república. me–
nos esos jovenci tos imberbes que se denominaban con una
palabrota terminada en istas .....
A Don hwcenci o había que tenerle miedo. Cuando
él mont aba en santa cólera, les molía las espaldas a los
indios que no pagaban el diezmo, a los que no pasaban
cargo, a los que no se casaban en la parroquia. Con los
1 lancos no hacía lo mismo, por evitar disgustos .....
Don Inocencia era honradísimo. Los ingresos au–
mentaron en su sindicatura, aunque esta opinión no com–
partía el pastor ..... Pnteha de ello existía en que la ca-
a nueva de Don Inocencia ya se concluía. Con las li–
mosnas dominicale - se adelantaba '"la fábrica'', un arco
de la fachada de la iglesia que Don Inocencia conoció en
idéntico estado, cuando fue
n~ño. P~ro
cómo querían
que el trabajo progresara si eran tan miserables los feli–
g reses?
Ni acordarse quería el buen síndico de que él no po–
seía los caballos go rdo y de brazos que el cura, las ja–
quitas propia de los sobrinitos, la sala del convento tan
llena de <LtTequiYes como el altar mayor en Viernes Santo,
y la despensa de la señá Eudo ia, la parienta y cocinera
del prebendado que engordaba cada día más porque Yivía
en gracia de Dios ... ..
Don lnocencio era feroz. '·Agora lo \'eremos".
Y
allá se le v ió. Todo fue ingresar de nuevo en la
ho rda Don Inocencia para que la manada fatal se nzara
terrorífica.
Llovieron piedras obre el tejado ele la casa de la
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