IDIOMAS DE LA
L
Y DE LA R
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chua en la familia o grupo idiomático al que los asignamos, considerando
el aspecto fonológico, morfológico e histórico.
Ilustraremos aquí tan
~olamente
algunos puntos principales de la
cuestión, que merece ser tratada
in extenso
en otra sede.
En rigor, si el lector considera las tablas o paradigmas insertados
anteriormente, ve que ya hemos reunido algunos materiales preciosos
para la yuxtaposicióil' de los Quechuas en la familia polinesia. Para la
inteligencia de tales hechos es necesario tener presente la relación geográ–
fica de los varios jalones.
Es harto sabido que en el grupo indo europeo el tratamiento de las
guturales ha permitido distinguir dos grandes zonas,
las lenguas del
Centum,
u occidentales, y las del
Satem
u orientales (llamadas así por
la . inicial de los vocablos que indican 100 en latín y zendo). Análo–
gamente en Polinesia se han determinado zonas lingüísticas, definidas
por el empleo de los sonidos
l
y
t.
La línea divisoria une en Europa
el Mar Báltico con el Mar Negro. En Polinesia' ), ' se trata, en rigor,
de una sola línea, sino de tres radios, que separan, a partir de un punto
central. tres áreas dístintas;
l.ª
lenguas de la
l;
2.ª
lenguas de lar; 3." len–
guas que tienden a eliminar tanto la
t
como la
l.
El predominio de la
l
abarca la zona pues a al Norte y Noroeste con relación al gozne de los
radios, mientras la
t
domina e
el sector puesto al Sur
y
Sureste.
-
1
FIG. 108
Zonas
foooJógicas en qur
se
subdivide el
5.rude
los
idiomas polinesios.
con
atenció n
3
b
pérdida o
consuvación dtl sonido K.
-
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