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LUCHA DE MÉTODOS
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Elephant mound
publicada por el
Bureau of Etlmologr¡_;
rclevamiento del coronel Norris.
Lla!llla la atencion, a propósito del elefante en América, que tan
sólo la primera mención, la que' hizo el Padre Gregorio García en el siglo
XVI, puede ser admitida sin discusión. Enrique Martínez pudo muy
bien exhumar una defensa del
Elephas Columbi,
paquidermo prehistÓ·
rico que no dejó descendientes en el continente nuevo, lo que ocurre con
varios mamíferos terciarios de Norte América.
De las demás pruebas aducidas, algunas son puras fábulas, que se
repiten de uno a otro autor, sin que de todas ellas pueda· sacarse un
solo hecho concreto. Es de extrañar como, siendo ya conocidas por
"cuentos" con varios años de anterioridad (la rectificación del
Elephant–
mound
es de rB84) sin embargo han sido- amontonadas y recogidas en
1915 por la escuela egipcio-americana.
Otras pruebas, en rigor, no deben ser rechazadas con la misma lige–
reza. Se trata de formas animales_o quiméricas, posiblemente relaciona–
das con la, vida psíquica, que encontramos, realizadas por los artistas de
Centro América, sin que podamos negar con facilidad, que su ideación
se relaciona con la forma del elefante.