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LUCHA DE MÉTODOS
alejar desgracias, enfermedades
y
el mal tiempo en la navegación ( 15).
La escultura indígena dibujada por Beccari, es sumamente sugestiva.
Beccari la vió, entre las tribus Mafor, puesta sobre la proa de una canoa,
a guisa de adorno
y
de imagen protectiva, del
mismo modo como se usa en todo pueblo de
navegantes.
El infatigable naturalista
y
viajero floren–
tino, en su libro tan denso de datos, reunidos
directamente
y
todavía casi inexplotados, ha–
bla del karwar que reproducimos, con estas
palabras: "Ad Ansus sulla prua di un ca–
notto io vidi un
Karwar
che riproduceva una
testa immaginaria -provvista ·di una probosci–
de.
lo
mi domando: chi ha insegnato ai Ma–
for a rappresentare l'elefante nei loro Kar–
war, quando
l'
elefante é assolutamente sco–
nosciuto in tutta la terra dei Papua? ( 16) ".
Esta pregunta del explorador de Nueva
Guinea no es disímil de la que formularon los -
diferentes Autores al propósito de Copán.
Sin embargo, si se úene presente la historia
etnográfica de Nueva <Guinea
y
su ubicación
geográfica, pocilremos feHcitarnos por el re–
ultado obtenido. Indudablemente, las bases
explorodor Odoardo Bcccari en Nueva
del problema han sido llevadas a Un terreno
Guinea.
más próximo
y
seguro. Nadie ignora las mu-
chas influencias ejercidas. en la cultura de Indonesia. En la aercana región
Jmer, todavía fuertemente indianizada, los elefantes abundan en el ba–
jorrelieve. Java representa el margen meridional de esa influencia; allí el
predominio de la inspiración autóctona despertada por los gérmenes sud–
asiáticos, provoca una cultura original. A oriente la ola se dirige, a través
de la gran isla Papua, hacia las guirnaldas insulares dispuestas, 'como tan–
tos eslabones, en la amplitud del océano, hasta dejar trazas inconfundibles
en los dos continentes americanos.
El hallazgo de Beccari se ubica en el es'pacio justamente como para
dar indicio de una ruta. Es el camino seguido por una inspiración ar–
tística, connexa sin duda con la memoria de impresiones visivas
y
amplia–
mente explotadas para los fines de la vida psíquica. Como tales traslados
se efectúen, no es cosa fácil de determinar con exactitud, en sentido ge-
(!
5) BECCARI,
Odoardo. -
Nuova Guinea, Selebes e Molucche ;
Firenze,
1924.
( 16) BECCARI,
Odoardo. -
N uova Guinea,
etc.,
pág.
44 2.