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AMÉRICA Y BABILONIA

rante muchos milenarios el papel que hoy desempeñan las reses der m11-

tadero.

Sin embargo nada es más exacto. El paleontólogo encuentra los

restos equinos, de las estaciones que indican viviendas humanas cuater–

narias, compuestos tan solo de cráneos y huesos largos, análogamente

a lo que sucede con los otros animales de caza, como .renos y bueyes.

Contiene, en cambio, huesos raquídeos el gran

amas caballin,

o "mag–

ma" de SoÍutré, pero es evidente que en este sitio, puesto al pié de tina

altura, se hacían despeñar manadas de caballos, para rematarlos después

de caídos y transportar a los abrigos y grutas los miembros considerados

más útiles como alimento por esos devoradores de médula. Todavía

muchos huesos del magma conservan cortes característicos practicados

entonces con el cuchillo de sílex.

Aún en tiempos históricos, si nos apartamos de los pueblos que

han vivido en la corriente de civilización sud-oriental, el resto ·de Eu–

ropa ha continuado hasta épocas inverosímilmente recientes, a emplear

el caballo salvaje como alimento: así lo atestiguan documentos indiscu–

tibles, de la clasicidad y del Medio Eva, (ver nota 11).

Ninguna duda, pues, acerca del hiec o de que la domesticación del

caballo no se ha

cum~lido

en territorio europeo. Mienti;as en la casi

totalidad de la Europa continental se eazaba el caballo en las se.lvas, para

comer sus carnes en los festines, los puehilos histÓFÍces de las penínsulas

mediterráneas im ortaron los primeros caballos domésticos, para uso ex–

clusivo de a guerra.

¿Quiénes habían amansado el caballo? Ya hemos excluído a los

.Egipcios, que recibieron el caballo· (21) durante la XV dinastía, y cuyo

animal doméstico de la familia equina fué en cambio el asno, ya desde

la prehistoria (22) . Puédese discernir que únicamente a los pueblos del

Asia anterior pertenece la primera idea de aprovechar como arma contra

las huestes enemigas el animal

"r~pido"

por excelencia (23) . Ahor11

(21) Ver pfiginas

97

y 98.

(22) El asno figura en una cantidad de monumentos egipcios de las primeras

dinastías. Huesos del asno se han encontrado en Egipto en las capas de la cultura

del cobre (ene91ítica). Ver Moret

y

Davy, pág. 139.

Todos están de acuerdo en atribuir a Egipto la domesticación de

Equus asinu¡

asinus,

el asno doméstico propiamente dicho, procedente del

E. Asinus africanas.

(23.) Según la conocida definición del arte militar, el "arma" de la caballería

es el caballo . . El nombre

afVa,

caballo, en sánscrito, quiere decir "rápido". Cfr. el

adjecivo

afU

de los Veda, la voz

aruga

atribuída al viento

y

a la flecha, Y demás

derivados de la raíz af,

penetrare,

p~rmeare,

cuyos vestigios abundan en las lenguas

modernas.

PICTET. -

Les origines,

I.

pág. 345-399.