CARACTERES CORPORALES
107
es que, en este caso, la lengua de los Súmeros se formó en el Altai,
y
su
noción del
kur,
es decir de un país sin
caballo,
sin
león
y
sin la
vid,
corresponde a un
kulturwort
de les habitantes asiáticos de la región
U ralo-altáica. Los pretendidos Americanos asumieron allí esta creación
lingüística, juntamente con las demás voces del vocabulario.
Es necesario reconocer que este argumento de las lenguas constituye
el pasaje menos elaborado y más confuso. Parece que el Autor lo ha
dejado allí, de paso, sin verdadero estudio ni convicción. Quien se toma
el trabajo de ir
a fondo,
a través
ae
la bella forma exterior
y
el óptim0
s0stén dialéctico del Prof. Ríccí, no encuentra sino elementos de prueba
contrarios a la tesis, sí bien revestidos de una prosa magnífica y sugestiva.
La tercera base de comprobación, es de orden antropológico. Hay,
como se sabe, una cantidad de bajorrelieves, sellos y estatuas que nos per–
miten reconstruir el tipo somático de los antiguos Súmeros, a lo menos
por lo que concierne a la forma de la cabeza, la fisonomía del rostro, el
corte de los ojos y el sistema pilífero. Dos de estos caracteres: ,ausencia
de barba,
y
pómulos salientes, son aceptados por Ricci como distintivos
de la raza súmera. Los lectores encontrarán, más adelante, todo un ca–
pítulo dedicado a
la
difícil cuestión de detlerminar datos fisonémicos
·y
somáticos sobre la base éle monumentos de antiguos pueblos, recupera–
dos por la arqueología. P.ero
1
cuestión no es integrante del proceso. crí–
tico que seguimos en este instante, pues, para desbara1ar las construccio–
nes teóricas del Prqr. R1cc1 no es, esta
vez~
necesario u,n gran trabajo.
El mismo Autor0ba comp ometido su estaOilidad al escribir el período
que sigue: "El tipo predominante [entre los Súmeros] es extraño en
absoluto a la etnología
(sic)
asiática, presentando dos signos caracterís–
ticos: ausenéía de barba,
y
pómulos salientes" (5) .
Quédanos tan solo preguntar de dónde h,1 recabado informes
y
documentación sobre los caracteres exteriores del habitante del Asia. Es
sabido que "le jaune no se distingue pas uniquement par .le couleur de
la peau; il a le systeme píleux rare, noír et lisse; les yeux sont bridés,
le nez court, les pommettes saillantes" ( 6) • Sería del todo superfluo
que yo enviara al lector a los libros que hacen al caso (7). La fisono-
(5)
RICCI. -
La civ. pe.,
p.
56.
(6) CAVAIGNAC,
Eugene. -
Histoire du Monde. I, Pro/égomenes.
París,
1924,
pág. 283.
(7)
Es suficiente hacer pasar bajo la mirada las fotografías de uno cualquiera
de los muchos albumes etnográficos tan generalmente conocidos, como p. ej., el
cap.
VIII
(vol.
1)
de la obra popular
Las razas humanas vivientes,
recopilada bajo
la dirección del Prof.
L
YDEKKER.
Para adentrarse en un estudio menos superficial, es útil seguir las indicacione•
bibliográficas que corresponden al capítulo
VII, 3•
Parte, de:
P!TTARD,
E. -
L es Races et /'Histoire,
París,
1924.