98
AMÉRICA Y BABILONIA
Esta voz ( 4) es una transcripc1on del semítico: hebreo
oio,
(pron.
ws);
arameo
susya;
asirio-bah.
sisu;
y de ello se deduce que los inicia–
dores del pueblo egipcio en el empleo del caballo fueron asiánicos, se–
mitas, o semitizados. La historia monumental lo confirma sobrada–
mente, pues al registrarse la primera imagen (5) del caballo, como signo
ideográfico, se encuentra que contemporáneamente los Hic Shasu habían
establecido en Egipto sus carpas.
En cambio, nada nos autoriza a afirmar que los Súmeros tuvieron
a un pueblo extranjero como intermediario, para llegar al conocimiento
del caballo. El ideogramma
anshu
es netamente nacional, y se le en–
cuentra ya desde los primeros tiempos de Sumer. El sonido que corres–
ponde a
la
lectura de ese ideograma, al traducirse al idioma de los ve–
cinos, se transforma en fonemas netamente distintos ( 6) .
4 signos geroglíficos,
(los
2
primeros).
del animal,
y
cum-
(4) · La voz
sesemt
está ya representada por los primeros
que
son de
naturaleza
alfabética
(los
últimos 2) y
silábica
El signo que sigue es evidentemente una representación ideográfica
ple aquí el papel de "determinativo".
Partiendo de la base que el nombre egipcio debe reproducir al hebreo,
sus,
en–
contramos los sonidos
m
y
t
que necesitan explicación. Autran interpreta el último
signo como desinencia del abstracto, análogo a nuestra "caballería". AUTRAN, C. -
"Pbéniciens", essai de
con~rib.
a
l'bist. ant. de
la Mediterranée;
Paris - Le Caire,
1920.
(Ver pág. 105).
En cuanto a la
m,
es visible que los egipcios emplearon la terminación hebrea
del plural (
O,
) .
Juntam~nte
con el vocablo, tomaron también la flexión extran–
jera, o, lo que es más simple, llamaron al animal con el plural hebreo "caballos",
que emplearon rambién para el singular.
No será ocioso
recordar c¡ue
los Hic Shasú empleaban
los caballos no en
la
caballería propiamente dicha, sinó atados de a dos al carro de guerra, como los mis–
mos Egipcios lo practicaron después durante varios siglos . El empleo de "parejas"
no es extraño a la pluralización del nombre "caballo".
(5)
El determinativo "caballo"
(
~
) , se encuentra por vez primera en
una tumba de Nekbabit (El-kab), fechada al final de
la
dinastía XVII, cuando los
príncipes nacionales desposeídos por los
reyes extranjeros que dominaban el Delta,
refugiábanse en los nomos del alto Egipto. La dinastía siguiente, XVIII, ya nos ofrece
una cantidad de documentos de escritura y bajorrelieves. El carro de guerra intro–
ducido en Egipto por el usurpador, habíase transformado en el arma más poderosa
de
la reconquista.
Los
graffiti
de Tell-el-Amarna gue representan a Amenofis IV
(Ajnatón) mientras persigue al enemigo sobre su carro de guerra tirado por dos cor–
celes al galope, son demasiado conocidos, para que insistamos en recordarlos.
(
6)
Al traducir las escrituras cuneiformes de Caldea, ya desde largo tiempo se
había observado que en
los textos bilingües correspondía al
imeru
(asno)
del dia–
lecto asirio, un ideograma simple del texto súmero, cuya lectura fué dada de manera
provisoria en la forma
pas;
mientras al caballo (asirio
susu)
correspondían dos signos
que se
leyeron provisionalmente
pas kurra.
Menant. -
Etat act. du décbif,
etc.,
1864.
Hoy se leen, el primero:
ansbu
y el segundo:
ansbu kur.