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AMÉRICA Y BABILONIA

Esta voz ( 4) es una transcripc1on del semítico: hebreo

oio,

(pron.

ws);

arameo

susya;

asirio-bah.

sisu;

y de ello se deduce que los inicia–

dores del pueblo egipcio en el empleo del caballo fueron asiánicos, se–

mitas, o semitizados. La historia monumental lo confirma sobrada–

mente, pues al registrarse la primera imagen (5) del caballo, como signo

ideográfico, se encuentra que contemporáneamente los Hic Shasu habían

establecido en Egipto sus carpas.

En cambio, nada nos autoriza a afirmar que los Súmeros tuvieron

a un pueblo extranjero como intermediario, para llegar al conocimiento

del caballo. El ideogramma

anshu

es netamente nacional, y se le en–

cuentra ya desde los primeros tiempos de Sumer. El sonido que corres–

ponde a

la

lectura de ese ideograma, al traducirse al idioma de los ve–

cinos, se transforma en fonemas netamente distintos ( 6) .

4 signos geroglíficos,

(los

2

primeros).

del animal,

y

cum-

(4) · La voz

sesemt

está ya representada por los primeros

que

son de

naturaleza

alfabética

(los

últimos 2) y

silábica

El signo que sigue es evidentemente una representación ideográfica

ple aquí el papel de "determinativo".

Partiendo de la base que el nombre egipcio debe reproducir al hebreo,

sus,

en–

contramos los sonidos

m

y

t

que necesitan explicación. Autran interpreta el último

signo como desinencia del abstracto, análogo a nuestra "caballería". AUTRAN, C. -

"Pbéniciens", essai de

con~rib.

a

l'bist. ant. de

la Mediterranée;

Paris - Le Caire,

1920.

(Ver pág. 105).

En cuanto a la

m,

es visible que los egipcios emplearon la terminación hebrea

del plural (

O,

) .

Juntam~nte

con el vocablo, tomaron también la flexión extran–

jera, o, lo que es más simple, llamaron al animal con el plural hebreo "caballos",

que emplearon rambién para el singular.

No será ocioso

recordar c¡ue

los Hic Shasú empleaban

los caballos no en

la

caballería propiamente dicha, sinó atados de a dos al carro de guerra, como los mis–

mos Egipcios lo practicaron después durante varios siglos . El empleo de "parejas"

no es extraño a la pluralización del nombre "caballo".

(5)

El determinativo "caballo"

(

~

) , se encuentra por vez primera en

una tumba de Nekbabit (El-kab), fechada al final de

la

dinastía XVII, cuando los

príncipes nacionales desposeídos por los

reyes extranjeros que dominaban el Delta,

refugiábanse en los nomos del alto Egipto. La dinastía siguiente, XVIII, ya nos ofrece

una cantidad de documentos de escritura y bajorrelieves. El carro de guerra intro–

ducido en Egipto por el usurpador, habíase transformado en el arma más poderosa

de

la reconquista.

Los

graffiti

de Tell-el-Amarna gue representan a Amenofis IV

(Ajnatón) mientras persigue al enemigo sobre su carro de guerra tirado por dos cor–

celes al galope, son demasiado conocidos, para que insistamos en recordarlos.

(

6)

Al traducir las escrituras cuneiformes de Caldea, ya desde largo tiempo se

había observado que en

los textos bilingües correspondía al

imeru

(asno)

del dia–

lecto asirio, un ideograma simple del texto súmero, cuya lectura fué dada de manera

provisoria en la forma

pas;

mientras al caballo (asirio

susu)

correspondían dos signos

que se

leyeron provisionalmente

pas kurra.

Menant. -

Etat act. du décbif,

etc.,

1864.

Hoy se leen, el primero:

ansbu

y el segundo:

ansbu kur.