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Corazón
La
biología inkaica señaló el corazón co–
mo el centro de la vida orgánica.
El recordar, el sentir, el pensar: lo aními–
co, lo vital, todo, en él radica. Sorprendie–
ron la unidad de la función.
El lenguaje tiene equivalencias originalí–
sim.as. En keswa se expresa un dolor físico
con palabras iguales a las que significan
un
pesar muy hondo.
El
hornbre
impiadoso
es
"ru1nisonk'on
<
cora
ó
1
de piedra). El amable "se lleva" el
co azón
os
demás.
Se '
"pier.deel corazón" en el paroxismo
o
en
el de ma o.
La
inconcíencia es prueba de
su fuga.
De él carecían el ignorante, el tímido o el
idiota. En cambio, eran de gran corazón: el
e.sforzado, el brioso, el cuerdo
y
el prudente.
En el i<lion1a amoroso, nada de tanta su–
gerencia que llamar a la mujer: "Sonk'o-ru–
rullay" (Fruta de mi corazón).
Lo "no
bueno"
Carece el keswa de la palabra "maldad".
Sajra
es "cosa áspera, incivil, grosera". Lo
exqui~ito,
producto espontáneo de la cultu–
ra, es hacer el bien. No hacerlo es dar mues-