HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓN
PERUANA
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El
s1g1no
«Sol poniente»
y
«Sol naciente».
zan guiadas por los
mallcos
de rostro aguileño, representa en for-
'
ma alegórica
la canoa,
provista de popa y de proa, así como de
nn palo a que se enrolla una cuerda, de que se valió la horda
para remontar los ríos que obstruyeron su camino; embarcacio-
nes que fué de necesidad llevar a cuestas en determinados para-
jes, cual ocurre ·en nuestros días en la selva peruana, boliviana y
brasileña, tratándose de salvar rápidos y
cachuelas.
La presente interpretación
objetiva
resultará comprensible
a los que no ignoren que las primitivas razas andinas no fueron
originarias del suelo en que se manifestó su cultura.
Ignórese o desestím se este antecedente, el arte de Kalasa–
saya
y
cuanto contuvo Tiahuanaco resultarán
inexplicable enigma.
Para D'Orbigny, la figu1·a central del friso del arco de Kala–
sasaya representa
un soberano todopoderoso,
cuyos dos cetros
siinbolizan su doble poder civil y sacerdotal, y las cuarenta
y
ocho figuras menores, igual número de
soberanos 'menores
que ante
él se humillan, ostentando cada cual un solo cetro,. para denotar
su autoridad limitada.
Las treinta y seis de rostro humano 'representan a las na–
ciones
civilizadas
y
las doce de rostro aguileño a las
salvajes.
Mitre, en su
Ruinas de Tiahuanaco,
rechaza esta interpreta–
ción por considerarla colocada fuera de los términos del problema
que se trata de resolver.
_ S gún él, está en pugna con el significado
eleniental
de
la c01nposición, que el mismo D'Orbigny
1
reconoce en otra par–
t
de su obra.