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CAPITULO XLV
MUSICA
La músíca
ámad'.
in~aica
nació qurante las primeras
é;p-0-
eas históricas tle los pue o andinos,
q,_
compáS del
culto consa-
grado a sus
antepasa~os.
'
Música tierna y melancólíca, desde luego, como que. se pro–
puso y sigue . proponiéndose recordar en días de aflicción a los
que, más afortunados, conocieron los días de fausto y bienan-
danza de
la.
nacionalidad tahuantinsuya.
.
·
Por sus orígenes y tendencias,
ella
fué eminentemente
.ele-
,
g1aca.
Nos lo dan a entender los nombres con que son conocidas sus
composiciones típicas,
el
huayñu
y
el
yaraví.
-
El
httay1íu
fué más allegado a las costumbres de los
que–
chuas;
el
yaraví
a las de los coUaguas, collas, o aymaras.
Ija razón de ser de ambas dos fué
el rnuerto.
Il1t,áñiic,
como en lo nombres geográficos afines, Huánuco,
'I'ía-huáñuc, o Tiahnanaco, Guañamarca, etc., es
?n1terto,
o con más
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