QCI<X'HUA-CASTELLA
TQ
.)
bajo de la Línea Ji;quinoxial. casi µerpend icu–
larmen te."
l.
V IIL
ANTA.,-
Oobre. -' 'Del oob1·e,
que
ellos lla–
man
Anta,
se
&ervían en
Jugar de hierro,
del cual hacían los hierros para las armas , los
cuchil~os
para cortar y
los pocos instn1mentos
que tenían para
la carpintería,
los
al
fil
pres
grandes, que las nrnjeres
tenían para prender
sns ropas,
los espejos en que se min
· >,lll ,
las
azadillas con que escardaban sus
seru t< '1teras,
y
los martillos para los Plateros: por
lo
cual
estimaban mucho este metal, porqne
1-'ªl'él
to–
dos era de
más
provecho que no la plata ni
el oro,
y
así sacaban más Ctlntictad
d~
él que
<lestotro8."
V. XIV.
ANTr. - La
Oo'rdillera. de los Andes.
Léase
la transcripción
q
11e
se hace en la
voz
.Anti–
.füyu.
Il. XI.
A
NTrsn
Re{jión del Anti,
Región
del O-
riente,
Oriente.
'"Llamaron
a
la
Parte del O–
riente
[del
a ua
insuyo o Imperio de los In–
cas]
Antis
1yu.
por una Provincia llamada
An–
ti,
que está al Oriente, por
la
Clléll
también
llaman
Anti
a
toda aquella gran Cordillera
de
Sierra Nevada, que pasa al Oriente d el Perú,
por cta r a entender que
e!:Üá
al Oriente. "
II.
XI.
AÑAs.-Zorrina.
"Otroi:i animalejoti
h;:i
~
pA–
queños, menores que gato
~aserof':
lo.
I
1dioH
les llaman
Añas,
y
los Espuñole
Zonina .
.
·on
tan hediondos que , si como hieden olieran, fue·
ran más estimados qne el ámhar
y
el aJmiR·
ele: andan de noche por los pueblos,
y
no bas–
ta que estén las puertas
y
\'entanas cerradaR,
para que <leje de sentirse su hedor, :rnnque
e~·
tén lejos cien pasos
y
más. Hay muy
pocoi:;.
que, si hubiera muchos, atosigaran al Mnndo.''
VIII. XVII.