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Sin embargo, la región minera bolivia–
na, en donde debía trabajar esa empre–
sa con poderosas dragas y grandes lava–
deros, tiene oro suficiente para saciar la
sed de riqueza de muchas compañías. So–
lo era necesaria aquella vez, una adminis–
tración de verdad y, mas aún, una sabia
dirección de las obras .
La mala fé y el despilfarro, habían de–
cidido el azar para esa especulación des–
graciada, matando toda iniciativa de nue–
vas empresas. Fué así que, los señores Pe–
dro Zambrano y Mariano Buitrago, que
acababan de formar la compañía "Oros
Mayo" en la Provincia de Jujuy, tuvieron
que abandonar los trabajos iniciados, por
falta de elementos. Toda su honradez se
estrelló contra la desconfianza y el her–
metismo de los capitales argentinos.
Ha sido necesario que el tiempo pusie–
ra de manifiesto la verdad de los hechos
producidos, y que expertos cateadores
vi–
s itaran y anali zaran nuevamente la re–
g ión minera de Jujuy, para llegar al con-