Table of Contents Table of Contents
Previous Page  63 / 150 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 63 / 150 Next Page
Page Background

SAN LU,CAS. IX.

53

japgtua

maya baque

sutiman

supayanaca alisuri; nanacaja

hani lurampte sapgtua, ca–

misa hupaja

hani

huma

ar–

quiriquity.

50

J

esusasty

sigua :

Hani

asqui lurapgtati, cunalaico

haniwa humanaca ñancachap–

gtamte.

ó

1

Cunapacha Asensíon

tiempu púrina, ucapacha cha–

cha kankaña hagunupa uñ–

jayasi, Jerusalenaro saraña–

taqui.

52

Nairacata quítana ha–

quenaca, acanacasty Sarnari–

tanonacan marcaro mantapje,

\lta catuñataqui.

53

Hani corpachasina

mu–

niti,

Jesur~lenaro

sarañapa–

laico.

54

Acan

Je~usan

disipu–

lonacapa, Diego, Juan

J

esus

uñjausiri sapje: Tatay:

¿

Cun–

sa

lurapjaha, nina Alagpa–

chata saracayupjaha hupa–

naca nacayañataqui

J

55

Jesusasty hupanacaro

. cutgtaspa cappisisa sigua :

H

umanacaja haniwa yatipg–

tate uñtapgtati espiriturna.

56

Haquen Yokapaja ha–

niwa hutquiti alrnanaca ñan–

cachanataqui, quespiañata–

quigua huti.

51

Cunapacha

J

esus ta–

quipa sarascana, maya haque

Jesus hicjate, sasin, nayaja

arcamágua taquetoquero.

58

Jesusasty sigua : Harn–

ppatunacaja putunigua, ha–

machinacasty togonigua:

Ha- .

hemos visto

á

uno, que lan–

zaba los demonios en tu nom–

bre,

y

se lo vedamos : por–

que no te sigue con nosotros.

50

Y Jesus le dixo: No

se lo vedeis; porque el que

no es contra vosotros, p0r

vosotros es.

51 Y

com0

se acercase el

tiempo de su Asuncion, _hizo

firme semblante

de ir

á

Je\"U–

salém.

52 Y

envió delante. de

si

mensageros : ellos fuéron,

y

entráron en una -ciudad de

los Samaritanos, para

pre–

venirle posada.

53

Y

no le recibiéron, por

9uanto hacia semblante

de ir

a

Jerusalem.

54

Y quando lo

vieron

Santiago y Juan, sus discí ..

pulos, dixéron:

¿

Señor, qui–

eres que digamos, que desci–

enda fuego del cielo,

y

los

aca.be?

55

Mas él, volviéndose ácia

ellos, los riñó, diciendo : No

sabeis,

de

qué

espíritu sois.

56

El

Hijo del hombre

no

ha venido

á

perder las almas,

sino

á

salvarlas.

Y

se

fuéron

á

otra aldea.

57

Y

aconteció, que

yend~

ellos por el camino, dixo

uno

á

J

esus :

Y

o te seguiré

á

donde

quiera que

f~eres".

·

58

J

esus

Ie

dixo :

Las ra–

posas tienen cuevas, y las

aves del cielo nidos : mas el