..
SAN LUCAS. V.
25
1O
Ucamaraqui lacaqep–
Jªn
Diego, Juan, Zebedéon
Yokanacapa, Simónan corn–
pañeronacapa. Jesusasty
Si–
monaro sigua: hani agsaramti,
Simon, bicha uruta humaja
baque caturiyatagua.
11
Cotapataro purispa
bal–
sanacampi, taquecuna quepa–
yaspa, J
es
usa arcapje.
12
Unapacha Jesusaja aca
M
arcana.cana sarnacana, uca–
pacha maya leproso baque
nairacataparo sari, J esusaro
mayispa; hajanupa oraquero
uchaspa: Tatay, cuyapayita,
usuata kollita.
13
Jesusasty amparapa
uchasa,sigua:
Hallá,
muntgua
huma kollana, kollatatagua;
ucapacba lcprapaja hani ma–
yampi uíljasiti.
14
Jesusasty sigua: haniwa
qu itirusa
yatiyatati kollata–
hata: Saram, sigua, Sacer–
dotero uñjáyásima, churáma
kollatata cunteja Moyses ca–
machi, testimonio serwiña–
taqui .
I
5
Sutipaja taquetoquero–
sárana,
taquewa uñtápjana;
halloja haquenacawa hutapge
hisapiri,
kollayasiri.
.
I
6
J
esusasty huasararo
sari,
oraciona luriri.
17 Maya urti cunapacha
uttasispa yatichascan : ucan–
caraquinagua Fariseonaca,
Amauttanaca taquetoqueta
hutápjana Galilea hísca
mar–
canacata, Jerusalenata, Ju-
1O Y
as1m1smo Santiago,
y
Juan, hrjos de Zebedéo,
que eran compañeros de Si–
món.
Y
dixo Jesus
á
Simón:
No
ternas: desde aquí en
adelante serás pescador
de
hombres.
11 Y
tirados los barcos
á
tierra, lo
dexáron
todo,
y
le
siguiéron.
12 Y
aconteció que estando
en una de aquellas ciudades,
vino un hombre cubierto
de
lepra,
y
quando vió
á
Jesus,
se echó rostro por tierra, y le
rogó, diciendo : Señor, si
quieres, puedes limpiarme.
13
Y él extendiendo la
mano, le tocó diciendo :
Qui–
ero: Sé limpio. Y luego des..
apareció de él la lepra.
14 Y
le mandó, que
no
lo
dixese
á
ninguno: mas
vé,
le
dixo, y muéstrate al sacer–
dote, y ofrece por tu limpieza.,
corno mandó Moysés,
en tes–
timonio
á
ellos.
15
Y
tanto mas se exten–
dia su fama: y acudian en
tropas los pueblos por
o1r1e,
y
para ser curados
de
sus enfer–
medad es.
16
M·as él
se
retiraba
al
desierto
á
o.rar.
17 Y
aconteció, que
un
dia él estaba sentado ense–
ñando.
Y
babia tambien sen–
tados allí unos Phariséos,
y
Doctores de la Ley, que
ha–
bian
venido de
todos
los
pue·