BOCETOS HISTÓRICOS
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Otra gran particularidad , que constituía superior ele–
gancia y flexibilidad a la lengua, era la facilidad y concisión
con que el verbo se fusionaba con el sujeto, "embebía el verbo
al pronombre", como dice Pí y Margall. Aparte de .estas va–
riantes, existían muchas más que fatigarían la admiración del
gramático. No debemos olvidar en esta ligera síntesis del idio–
ma peruano, el número de sus gerundios. Había uno para el
genitivo (
munay pacha
) ,
otro de dativo o acusativo (
munan–
ca-pac
o
munay-pac
) ,
otro de ablativo (
muna-sapa
)
aman–
do, en amando. También cuatro supinos con distintas for–
mas. ( 2).
Se sustantivaban los verbos con el presen–
te de infinitivo. Como adjetivos sustanti–
vados cabía emplear también los participios
de pasado y de futuro ( lo amado,
munasca;
lo que debe ser amado
munana
o
munanca
) .
Por este mismo participio de futuro y sobre
todo por el supino en
ypac,
se podía traducir
además nuestros adjetivos en
ble,
amable,
temible.
Munaypac, munana,
amable. Man- "
cha-ypac, manchana,
temible, ·y también el
dios vengador, el hombre de condición ai–
rada. ( 3).
Había, además, verbos del"ivados e infi–
nidad de voces, compuestas de dos sustan–
tivos, de sustantivo y de adjetivo, de sus–
tantivo y verbo, de sustantivo y de preposi-
ción y de sustantivo y adverbio, sin contar
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las que lo eran de nombres verbales, por
llados en Ohavín
considerarlos incluídos ya en los sustantivos,
ya en los adjetivos.
A esta incomparable riqueza de voces derivadas y com–
puestas de que acabo de dar una insignificante idea, hay que
añadir la de las preposiciones, conjugaciones, interjecciones y
adverbios. Veintiuna preposiciones cuenta González Holguín
(2) .-Pí
y
Margall, ob. cit., t. 11.
(3)
.-G.
Hoiguín,
Arte de
la
lengua kechua,
ed. 1901.