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DE LA LENG
AMERICANAS EN PAHTICULAR
213
Alto
y
Bajo Perú lo que es una prueb:t contraproducente, que
él mi. mo e encarg:t de acentuar, diciendo que lo indio no
a.Icanzaron ni aun á la inventiva de los diálogos
y
cantares pos-
eriores á la conqui ta, de donde puede colegir e lo que podrían
er la trao·edia
y
comedia anteriores á que e refiere en
t
r–
minos tan generales como vago . Por otra parte, el mismo Gar–
cilazo, aun hallándose pre ente en E paña cuando escribía, ni
siqui ra podía concebir un drama de la estructura,literaria del
Ollantary,
pues en la misma
Efl.pa.ñano exi tían modelo que
pudie en servirle de término de comparación.
Debe decir. e también, que Garcilazo en cuanto e refiere á
antigi.i.edade p mana in dejar de tener u originalidad relati–
va, es en mucha parte un autor de segunda mano, que en edad
avanzada e cribió de memoria
y
sin documentos,
y
con poco
criterio, fal ificando por ah1cinación la verdad,
y
esto, a i un
. igló después de la conqui ta, copiando abundantemente á us
predeoe ore mejor informado
cen al respecto.
que nada ab olutamente
di-
En efecto : ningún otro hi toriador hace mención de las pre–
tendida tragedias
y
com días incá icas
á
que él hace refereu–
cia.,
y
su silencio probaría cuando meno que ni por tradición
e conservaban recuerdo de tales espectáculo ,
y
meno aun de
una literntura dramática del género de la que uo ocupa.
El grave y entendido Cieza de León, la primera autoridad
histórica en mater ia de antigtiedade peruana
á
quien el mi -
mo Garcilazo cita
y
copia con frecuencia toda vez que e ocupa
de monumentos
y
tradicione precolombianas, nada absoluta–
ment trae sobre el particular. Y aclviérta e que Cieza ele León
fué al P erú cuando Garcilazo aun no había nacido (afio
1533),
y
.que habi ndo conferenciado al respecto en
1549
(cuando Garci–
lazo apena tenía ocho año ) con los má sabio .Amantas del
Cuzco los « filó ofos
»
á
quienes él da por dramaturgos nada le
dijeron al re pecto, ni upuso siquiera la existencia de una