DE l,AS LENG
A
A~lER I CANA
EN PAH'l'JC LAR
51
del período; p
10
acabando en e.l verbo la oración
iempr
' e le
aüade
lic,
y qn da
_qolio.
»
Al
tucliar la
l
u
0
·ua Maya (V. Beltrhn
y
BLrnna,,1entura.)per.
teneuiente á, la l'amilia de c¡ue e pa.rte el Quich , hemos dcrno, ·
tra lo qne no exi tía en ella el erbo er
e tar, con u canfoter
de verbo ub tantivo· demostrando aclemá
que cuando no
e
. ha.cía.
lipsi ele él
y
ra.
subentendido, no expre aba otrn ·o. a,
que la fórmula. rudimental del
yo, yo,
cluplica.ndo el prc•noml.Jre
per ·onal n clo forma
ó ea:
yo, soy yo,
qui valente al
ego
.s1w1
qui
.mm
sin
1
mn
independiente
y
ab olnto. Alg·o <lll<í.logo
pasa con el Qui
l!
.
En realidad, tal verbo no exi tía ni podía
exi tir en el Quich
má
lenguas americanas
$1
mi. mo Ximénez lo reconoce al declarar qu e la tr
lenguas
de que e ocupa, no tienen voz propia para expresar la i 1 a
ab~tracta
del
e.r,
el que hace elip i , s11b nt ndi nclolo en los
nombre y pronombres que forman la text ruT1 y cont xtura del
verbo y que en ella e expre a con
aria vo ·e y cliv rso sig··
nificados; acabando por a firmar quf.> al g·eni par icular
el
la len–
gua le repugna.,
tí,
no intervenir en el entido le la oración « el
' ér ó la e encia del ér ». E ta úl tima vaga a erción no tiene
ni puede tener otro alean e, que
1
que él mi mo le da
n sn
explicacione
ub ntendi ncl que en
l pronombre p t" onal
e tá involucrada la i lea. ele la exi tencia p r onal
y
qne unida
{t,
un vocablo
_qo,
:1
qu da el valor el
1
sw111
ab t.racto repre. n–
taría en ab olnto el verbo
ser.
Pimentel ocupáJ1do.
el
e ta misma ue ti n
r cono ·e que
« no hay v rbo ub tantivo puro en el idioma Quich , y e uple
uon otro como
wv
y
ux io(e.n
fin el período), que mucho antore '
práctico aseguran que ignificau serheoho,e · clecir la pa iva cl
hacer
(fio).
1ianclo el verbo neutro termina l período
e le agre–
g·a
io.
Otro v
rba.Iecleri aclo
que terminan en
io,
si" nifican
<tcción y e conjugan adap á,ndoles lo pronombres po
ivos
>' .