Table of Contents Table of Contents
Previous Page  29 / 292 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 29 / 292 Next Page
Page Background

l

EL PAIS DE LA SELVA

11

rrando corro en torno de Rodrigo, que refería

á

su jefe

los pormenores de la hazaña. Domingo de Orbaneja y

Bernardino de Balboa, otros bravos, partícipes en ella,

retenían, con patente orgullo, el arco flexible y el haz

de flechas que le arrebataran . Algo como una lóbrega

ironía se n1ezclaba

á

ese cuadro, donde

á

inanos de los

invasores quedaba ya este fuerle hijo de la selva, que

se n1ordía los labios y apretaba los puños, lleno de có-

lera impotente.

En esto, el grupo fué distraído por un vocerío que

vibró

á

la distancia ... Se oyó después estruendo de ar–

cabuces

á

la Jesgranada ... Hubo en el aire una reso–

nancia de galo1 es ... Y como para tranquilizará los com–

pañeros que oí n la uuchedumbre lejana se expandió

en este grilo : -

¡

i ·a el Rey

!

Y el eco de l

el

s respondió:

Viva

el Rey

...

Era la mesnada de Felipe Gutiérrez que llegaba, por

fin. Hernando de Soto pernoctara esperándoles, y

al enconlrarse en la encrucijada del camino, se des–

alaran todos en

esa ruda albórbola de placer y de

guerra. Una vez en el cas tro, la tropa se reanimó con

el bullente coloquio <le

los ca1naradas que volvían

á reunirse . Eran infantes y jinetes, que ascendían á

dos centenares de hombres, inás la gente de servicio

con las

inulas, en cuyas árganas traían las provi–

siones.