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EL PAIS DE LA SELVA
219
Sí ;
¿
quiénes son?
¡
Es un alma-mula
! -
respol!dió con sonrisa que
suele :::;er en los campesinos liberales, sorda mezcla de
ironía y credulidad.
No le comprendo ni jota - agregué.
Porque no es de aquí. ..
Bueno : explíquese.
Ese hombre y la compañera son hermanos ; pero,
según dicen, viven comomaridoymujer ... Los viejos sue–
len contar que la mul' ánima se hace de las mujeres así. ..
- ... Y de las que yacen en uno con el cura ... -
mormojcó un tercero, con gesto socarrón.
El picante rm.b ti o eneralizó nuestro coloquio. La
casa de neg-0cio, puesta en algún recodo de los sende–
ros frecuentad.o s- de país, suele ser club y bazar en
varias leguas á la redonda. El forastero la reconoce por
la banderilla de color, - generalmente un pañuelo rojo,
- que ond(ja en el techo, ó en el árbol del antepatio.
Los moradores de los ranchos vecinos vienen á
emplear
allí, con10 llaman todavía, con viejo verbo castizo, á
la compra de vicios y menesteres. En los días festivos
se reunen . á capar el tiempo ocioso, pasándolo entre
libaciones y gorjeos... Como fuese dqmingo, la con–
currencia era numerosa : estaban algunos hachadores
platudos, pues les habían pagado las últimas tareas
en un desmonte próximo donde trabajaban ; tabeaban
algunos ; libaban todos ; y se anunciaba carreras para
la tarde en la manga del callejón.