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RICARDO ROJAS
gioso serano. Al amanecer, el baile se suspcnd ,
y
l
s
músicos dicen su lelanía :
Con una luz en la mauo
Desde lejos he venido,
A velar este Angelito
Que
el
Señor lo ha recogido.
.
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La l\I1dre de este Angelito
Cuán dichosa no será,
Pues en el cielo tendrá
El
alma
de este Angelito.
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.
Angelito de mi vida,
Lle-va-S un
ramo en
laB
manos :
n el cielo
y
en la gloria,
fS
l a
por
tus
hermanos.
El canto s
onótono, ululante, aguarden-
toso. Cuando llegue á
Corte de los Serafines, donde
le aguarda su sitio, «rogará por padre y madre»,
<<
ro–
gará por sus padrinos
»,
«
rogará por sus parientes
».
Luego el trovador habla en nombre del muerto y pro–
mete ser el numen tutelar de la choza,como un consuelo
para los que quedan en el mundo. :Madres y abuelos se
acercan encomendándole recados para los angelitos
suyos que hubieran muerto ya. Después lo llevan
á
en–
terrar; y con la primer vislumbre del alba, u alba aní–
mula vágula, blándula, suave y dulce como un claro de
luna, se eleva entre el perfume de los campo yel gorjeo
de los pajarillos.