COMPENDIO DE LA VIDA DEL PADRE AGUSTIN CARDAVERAZ
417
notablemente su estilo. Se conserva en el
monasterio de las Religiosas Dominicas de
e~ta
ciudad de Santiago» (Mss., núm. 3.º). -
Ya antes había también avisado el mismo
P. Enrich al P. Andrés Artola, en carta de
Santiago y Julio
I.
0
de 1860, que se guar–
daba del «P. Febrés un compendio de Ja
Vida del P . Ignacio Garcia, escrita por el
P. Xavier Cevallos.
l.
t.º en 8.
0
de un volu–
men regular....
en
poder de las Monjas de
S.
1
ª
Rosa de esta Capital».-Mas en otra,
escrita de Valparaíso y Ju lio 26 de 1863, le
remite la siguiente corrección: «P. Febres,
Andrés. El compendio de la vida del P . Ig–
nacio Garcia no es obra de este P., sino del
P. Manuel José Alvarez. Dos veces fui al
monasterio de las Reli giosas Dominicas an–
tes de mandar mi suplemento, para averi–
guar si era exacta la noticia que me habían
dado de que
~l
tal compendio era obra .del
P.
Febrés, y no habia. conseguido el verlo:
algunos meses despues me lo mandaron
á
casa, y vi que no lo era, sino del P. Alva–
rez. El P. Sup.r lo vió, y me prometió pro–
curaria se imprimiese.»-Óigase, por
fin,
lo
que
á
este propósito anota el mismo P . En–
rich en su
Histon 'a de la Compañía de J e–
sus en Cltile
al hacer el elogio del P . Igna–
cio García. «El P. Javier Cevallos (dice)
escribió una relacion de sus vi rtudes y mi–
lagros; pero en un estilo tan difuso y ge–
rundiano, que su lectura se hace muy pesa–
da;
á
lo cual atribuimos el que el P. Ma–
nuel José Alvarez hiciera un compendio
de ella en estilo y lenguaje algo mejor.
La imprenta del · Independiente acaha de
darla
á
luz»
(n,
237).-Es la misma, cuyn
título va al frente de este número, y
de cuya edición cuidó el P. Mariano Cap–
devila.
No alcanzamos
á
explicarnos cómo pu–
dieron incurrir Backer y Sommervogel en
el anacronismo que encierran las siguientes
palabras que hallamos en uno y en otro:
Le P. Emmanuel Joseph
lvarez a rema–
flÍé
cette vie et
l'a
fa it imprimer
a
Saint–
Jago, Tipographia del Ferro carril,
l
6",
4."
(B., m ,
l
/17 ·
., n11
1
r.:¡.97). El
P.
Al–
varez había
ya
muerto, como queda adver–
tido, en Massa Garrara,
á
19 de Abril
de 177
~.
TOll!O IV
6096.-Compendio de la Vida del Pa–
dre Agustín Cardaveraz, de la Compañía
de Jesus, por el P. Julian de Fonseca, de
la misma Compañía. Lo escribió en el
destierro por encargo del P. Francisco
Javier de Idiaquez. Madrid,
I
862 . Impren–
ta de Tejada,
á
cargo de Rafael Ludeña,
Silva,
I 2,
bajo. - En
12.º,
de 143 ps.,
s.
1
p.
n.
Mencionamos aquí este
Compendio
por–
que pudiera alguno dudar con bastante fun–
damento de si fué el P. Fonseca su verda–
dero autor. Ello es que en latín lo imprimió
ya por los años de 1793 el P. Juan Andrés
Navarrete en su obra
De Vi'ris Illtestribies
(r, 166-218)
1
sin la menor indicación de
haberlo traducido, antes bien parece que
la hay
de
lo contrario en estas palabras:
«De his satis copiose agitur (dice) in Augu–
stini Vita quam jubente Provinci re Prrepo–
sito scripsit P. Julianus Fonseca, qui etiam
virtutum ej us epitomam attexuit, brevem
illam quidem, sed qua summus perfectionis
apex continetur» (pág. 2q); y algo más
adelante: «Qui plura de Augustini virtuti–
bus nosse velit, legat ill ius Vitam, quam
Julianus Fonseca Hispano sermone concin–
ne, et eleganler scri psit» (pág. 21
8) .
Y cuídese aquí de no dejarse alucinar con
aquel «epitomam 'attexuit» del P. Navarre–
te. Lo que él
1
lama
epitome
ó
resmnen
no es
este
Compendio ,
sino cosa muy diversa,
como se convence por el
Compendio
mismo,
donde, en correspondencia con el primer
párrafo del latín copiado arriba, se lee lo
que si gue : «De los cuales [ es decir, de Jos
extraordinarios favores del cielo y dones
muy especiales con que el Señor se dignó
enriquecer el alma de este su siervo] hay
no pocos en una vida más larga que de
este san to va ron escribió, por órden del
precitado P adre Provincial [ Lorenzo de
Uriarte, á quien se nombra dos páginas
antes], uno de Jos Jesu itas de esta Provin–
cia Castellana, en donde Jos podrá ver el
lector, con un
resúmen
que se da en ella de
sus virtudes, que al!nque breve, contiene lo
más alto y sumo de la perfeccion» (pági–
na
13 ·).
27