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CflRlSTOPHORI
l\'lADRIOII ,
SOClETATlS JESU
s uyo
da dou.b·ina chrt'slá ,
que empezara con
las palabras «Folgay christihs»; se entiende
mejor la cláusula «t ntum Orientem perua–
gata» con que, á causa de su traducción á
diversas lenguas de la India (la malaya , por
ejemplo,
y
la malabar)
y
aun á la del
Ja–
pón, nos describen los bibli ógrafos la que
Llaman
Epitome Doctri'11m ClwútianC1!
1
y
afirman haber escrito el Santo en portu–
g ués ; y se explica, por fin, satisfactoria–
mente lo que hubo de querernos deci r el
P.
Sousa en e l párrafo que arriba copiamos,
y es lo que más mbaraza pa ra dar con la
verdad de lo ocurrid o en este punto.
E s muy probable, c uando menos, que en
la noticia que nos da del «tractado da Dou–
trina Christlt, que se imprimiu em Goa no
anno de 1557», no debió de ser su ánimo
significarnos que la impresión fuera de un
tratado escrito precisamente en lengua ma–
laya, sino de uno que, escrito primero en
portugués, pero traducido ya al malayo,
corrió entre los cristianos del Cabo de
Comorln ha ta que vino á reemplazarl e
la cartilla del P. Jorge traducida por e l
P.
E stevao (Steph ens, ó , mejor, Bubs–
ten).
De lo expuesto hasta aquí parécenos po–
der deducir dos consecuencias: la una, del
todo cierta ; la otra, más que medianamente
probable.
La cierta s que, en efecto, ex iste impreso
un
Catecismo,
ó sea,
tratado de la doctriua
cristz'ana,
escrito por San Francisco Javier,
que no es cosa diversa de la
D ec 'aracion
de los r:rrticitlos ,
«a qual por vezes se impri–
mio n'o collegio de Sao P a ulo de Goa», se–
gún el te:)timonio del P. S ebastiá n Gon c;al–
ves (copiado en
111onmn. Xaver .,
I,
820) ,
tanto más auténtico
y
seg uro cuanto m ás
cercano al hecho
á
que se refiere, pues sa–
bido es que el P. Gon\(alves pasó el al1o
<le 1593 á Goa, donde h all ó muy frescas
todavía las memorias del glorioso Apóstol,
y cuidó de conservárn oslas con toda exac–
titud y verdad e n su
Hútoria da Co1t1pa .
nh1'a ua Iudia,
cuya primera parte, que
consta de
10
libros, se conserva inédita en
la biblioteca privada del Palacio .de Ajuda,
de Lisboa, en fol. ", de
2 52
hojs., sin
lo~
principios
y
fin s; y otro ejemplar, a nálog
a l anterior, en la Biblioteca Nacional de la
misma ciudad.
La otra consecuencia es que todo contri–
huye
á
hacer creíble que el dicho
Catecismo,
ó como se le quiera llamar, debió de impri–
mirse realmente en lengua portuguesa, pues
de haberse impreso en otra, por ejemplo, en
la malabar, no parece verosímil que el
P.
Gon\(alves omitiera circunstancia tan
notabl e.
6092.-Chri stophori Madridii, Socie–
tatis Jesu, Libellus de frequenti usu Sa–
cramenti Eucharistiae. Neapoli,
15
56.–
E n 4.º, de
7
hs. n. fs.
HemiLiéndonos al núm. 6098 para más
noticias sobre la paternidad de este librito,
basta rá que recordemos aquí. lo que advier–
te el
P .
Polanco en su
Clironicon
en el afio
de
1556.
«Huju s.. .. anni initio opusculum
de frequ en ti usu sacramenti Eucharistiae, a
P. Madridio concinnatum, Neapoli typis
excusu m fnit»
(vr,
244).
6093.-Commentarii in Libros Aristo–
t eli s Stagiritre Philosophorum Principis
de anima, vna cum dubijs , . qurestioni–
bus bac t emp estate in scb0lis agitari so–
litis. A Patre Antonio Rvbio Rodensi
Doctore Tbeologo Societatis Iesv, Theo–
logireque professore compositi. Cvm
dvplici Indice, qvorvm vnvs discussas
orones qurestiones,
&
r es omnes alicuius
mome n t i alter complectitur. Ad D. D. 11-
d efonsvm d e la Mota, Episcopum Tlax–
calensem, Regiumq3 Consiliariurn. Anno
161
r.
vm Privilegio. Comp luti, apnd
Andream Sanchez de Ezpe\et:-.- En 4 .º ,
de 64i ps., s.
22
hs. p. n.- (Hay varias
reimpresiones d e esta obra con diversos
títulos .)
«Beristain de ouza dit que "las Biblio–
t cas Barberina y Franciscana" attribuent
cet ouvrage
a
un Franciscain Fr. Antonio
Rubion, Rubio, o u Rubeo, qui n'a jamai s